(Agraria.pe) El 2022 empezó con un incremento constante en el precio internacional del café, que se mantuvo por casi todo el 2023 y ha empezado a revertir rápidamente en 2024. Al parecer, todo apunta a que seguirá cayendo conforme avance la campaña peruana.
Las razones por las cuales el precio se está reduciendo son varias, pero la principal es el aumento significativo de la producción mundial de café. Brasil, el mayor exportador de café en el mundo, ha logrado finalmente una cosecha saludable, lo que ha presionado el precio a la baja. Curiosamente, la fuerte caída en la producción de Brasil —por problemas climáticos— fue lo que detonó el alza de precio un par de años atrás. Pero este país no es el único que está regularizando sus volúmenes de producción, aunque sí es el que mueve el precio global.
El Perú también está presentando una situación similar. Luego de un difícil año productivo por cuestiones climáticas, la producción parece haberse normalizado en el 2024. Hasta mayo, se exportó 60.132 toneladas por un valor de US$ 201 millones, lo que significó un crecimiento de 143% en volumen comparado con igual periodo del 2023, pero solo de 75% en el valor exportado. Y esta diferencia se debe a la caída de -28% en el precio, el cual se cotizó en promedio en US$ 3.34 por kilogramo.
El mercado interno peruano aún no muestra una preferencia significativa por el café de especialidad, por lo cual la gran mayoría de este producto que se consume en el país es café de calidades inferiores y mayormente importados. Por lo que casi toda la producción nacional de calidad se destina a la exportación. El café de especialidad no solo está creciendo en demanda en el exterior, sino que es el que genera mayor rentabilidad a los pequeños productores.
Las expectativas actuales son más que positivas por el lado de la producción. En la actualidad, se calcula que 2024 cerrará con envíos cercanos a las 243 mil toneladas, es decir, un crecimiento aproximado de 17% respecto al año anterior. Sin embargo, con la actual situación de la oferta mundial y la recuperación de la producción brasileña, el precio se mantendría alrededor de los US$ 3.5 por kilogramo. En este escenario, en Fresh Fruit se proyecta que el año cerraría en cerca de US$ 853 millones exportados, 4% más que en 2023. Un crecimiento bastante tímido si se compara con las tasas de dos dígitos obtenidas en los dos años previos.
Dinámica importadora
La preferencia de Europa por el café de especialidad y de alta calidad es notable. Eso lo hace el principal mercado para el café peruano. En lo que va de 2024, el café peruano de especialidad está enfrentando cierta competencia de variedades premium de Centroamérica y Colombia. Pero en calidades más intermedias, el café brasileño está haciendo notar su presencia al copar muchos espacios y, con ello, presiona a la baja el precio en todo Europa.
Es preciso indicar que a pesar del aumento de la producción peruana, los exportadores peruanos han hecho un buen trabajo en colocar su producto sin sufrir caídas tan grandes en los precios recibidos en Europa. Hasta mayo, el volumen creció en 147% y el valor en 82%. Pero no podrán mantener el crecimiento obtenido hasta ahora. Este se irá diluyendo mientras más avance la campaña. A partir de agosto, es esperable que ante los mayores volúmenes, los precios cedan aún más, pero se espera que el año culmine ligeramente en positivo.
Con respecto al mercado de los Estados Unidos, este destino no tiene tan priorizado el café de especialidad como en Europa. A pesar de ello, sigue siendo el mayor importador mundial de café. Eso se traduce también a una competencia mucho más férrea. Las nuevas presentaciones, como las cápsulas, han desplazado en cierta medida a las formas clásicas de preparación, generando menores espacios de crecimiento. Este es el mercado favorito de Brasil debido a su abundante volumen y a que deja en segundo plano la calidad. Por ello, aquí el posicionamiento por precio se hace esencial. Esta plaza cerró mayo con un crecimiento del 123% en volumen y 75% en valor.
Fuente: Fresh Fruit