Para 2020, se estima que tanto el 13% de la producción mundial de cereales secundarios, como el 15% de la producción de aceites vegetales y el 30% de la producción de caña de azúcar, se utilizarán para producir biocombustibles
Por Raúl Yaipén Carranza
Lima, 20 Junio (Agraria.pe) El nuevo informe de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y la FAO, “Perspectivas de la agricultura OCDE-FAO 2011-2020”, señala que durante la próxima década los precios reales de los cereales podrían subir hasta un 20%, y los de la carne hasta un 30%, en comparación con el periodo 2001-10.
Aunque estas previsiones están muy por debajo de los niveles récord de precios alcanzados en los años 2007-08 y en el presente año, el aumento de los precios de los productos básicos se estaría trasladando al resto de la cadena alimentaria, generando un alza en los precios al consumidor en la mayoría de los países importadores.
“Esta situación es preocupante para la estabilidad económica y la seguridad alimentaria, sobre todo en los países en desarrollo, donde la mayoría de los consumidores pobres están en riesgo de malnutrición”, se detalla el informe.
Biocombustibles incrementarían los precios de alimentos
Asimismo, en el informe se indica que el consumo alimenticio per cápita crecerá con más rapidez en Europa del Este, Asia y Latinoamérica, donde los ingresos crecen y el crecimiento de la población disminuye. Los aceites vegetales, el azúcar, la carne y los lácteos experimentarán los mayores aumentos en esta demanda.
Según los especialistas de la OCDE y la FAO, esto se debería al uso de la producción agrícola como materia prima para la elaboración de biocombustibles.
Para 2020, se estima que tanto el 13% de la producción mundial de cereales secundarios, como el 15% de la producción de aceites vegetales y el 30% de la producción de caña de azúcar, se utilizarán para producir biocombustibles. Si los precios del petróleo subieran se incentivaría aún más el uso de materias primas agrarias para su elaboración, se precisó en el informe.
Se prevé también que el comercio crecerá un 2% anual, menos que en la década anterior, con pequeños incrementos de producción por parte de los exportadores tradicionales, y mayor producción local en los importadores.
Este análisis también afirma que las fluctuaciones de producción, provocadas por variaciones en rendimientos en los principales exportadores de productos vegetales, han sido una fuente muy importante de volatilidad de los precios internacionales.
Atribuyendo que el año pasado, la sequía y los incendios de Rusia y Ucrania, unidos al exceso de humedad en los Estados Unidos, mostraron la rapidez con la que pueden variar los balances de mercado.
Análisis y recomendaciones de los especialistas
"Aunque el aumento de los precios suele ser una buena noticia para los agricultores, el impacto sobre los pobres en los países en desarrollo -que gastan gran parte de sus ingresos en alimentos- puede ser devastador", afirmó el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.
"Por este motivo -añadió Gurría- pedimos a los gobiernos que mejoren la información y transparencia de los mercados físicos y financieros, fomenten las inversiones que aumentan la productividad en los países en desarrollo, supriman las normativas que distorsionan la producción y el comercio, y ayuden a las personas vulnerables a gestionar mejor el riesgo y la incertidumbre".
Asimismo, el director general de la FAO, Jacques Diouf, aseguró que "en el actual contexto del mercado, la volatilidad de los precios podría continuar siendo una característica de los mercados agrícolas, por lo que se necesitan políticas coherentes para reducir tanto la volatilidad de los precios como sus efectos negativos”.
"La solución clave al problema será aumentar la inversión en agricultura y reforzar el desarrollo rural en los países emergentes, donde actualmente viven el 98% de las personas que pasan hambre y en donde se prevé que la población aumente el 47% en las próximas décadas", subrayó Diouf.
"Las iniciativas se deben concentrar -especialmente- a los pequeños campesinos de los países de bajos ingresos y con déficit alimenticios", concluyó el director general de la FAO.
Datos
• Entre otras cosas, el informe sugiere que los países del G20 tomen medidas para impulsar la productividad agrícola en los países en desarrollo, reducir o eliminar las políticas que distorsionan el comercio y establecer un nuevo mecanismo para mejorar la información y transparencia en la producción agrícola, el consumo, las reservas y el comercio.
• El informe también índica que para el año 2015, se espera que la acuicultura supere a la pesca de captura como la fuente más importante de pescado para consumo humano, y en 2020 debería representar alrededor del 45% de la producción pesquera total, incluyendo los usos no alimentarios.