Ari Loebl, del Comité de Biocombustible, explica que se debe a la falta de apoyo estatal de un paquete tecnológico (que se adecue a las condiciones agronómicas peruanas) y de seguridad jurídica (en materia de propiedad de tierras, de definición del uso de suelos, entre otros aspectos)
Manuela Zurita
Lima, 29 Abril (Agraria.pe) Las inversiones en el sector productor de biodiesel peruano están en stand by, según dejó entrever Ari Loebl, presidente del Comité de Biocombustibles de la Sociedad Nacional de Industrias (SIN).
Según Loebl, se debe a que existe una percepción de inestabilidad del sector de parte de las instituciones financieras internacionales fundada en varias razones.
Dicho escenario radica en la falta de apoyo del Estado al desarrollo del biodiesel. Explicó que en Perú se usa desde el 1 de enero pasado 5% del biocombustible en la gasolina, una mezcla que en los grifos se vende como “diesel B5”. En Brasil el biodiesel representa el 15% de la combinación y se espera que lo eleven a 20%, mientras que en Colombia, alcanza el 10%.
Otra señal desalentadora, según Loebl, es el hecho de que el país importe el 95% del biodiesel que consume (unas 50 mil TM), alegando que la calidad de la producción nacional (en manos de la empresa Palmas del Espino SA, del Grupo Romero) no satisface sus estándares de temperaturas. “Tengo entendido que hasta el momento no hay pruebas que demuestren esas deficiencias”, señaló.
Por otro lado, apuntó que tampoco se ha desarrollado un paquete tecnológico apropiado para los suelos y climas selváticos y costeros donde se los cultivos bioenergéticos como la jatrofa o piñón blanco y la palma aceitera son fértiles.
A esa carencia, sumó la sensación de inseguridad jurídica sobre dos aspectos: el derecho de propiedad de la tierra y la futura Ley Forestal y de Fauna Silvestre (en debate en el Congreso).
Respecto al primero, observó que existen choques de intereses territoriales entre los comuneros y los empresarios. En ese sentido, resaltó que resaltó que la normatividad existe en materia de uso y cambio de uso de la tierra es “confusa”.
“No hay una definición clara de por lo menos los tres aspectos principales en los que deberían dividirse: tierras para la reforestación, para la agricultura de alimentación y para la agricultura bioenergética y otras formas industriales, como café, cacao, etc.”.
Sobre el segundo aspecto, explicó que el proyecto de Ley Forestal y de Fauna Silvestre no considera a la palma aceitera como una especie forestal. Esto, según Loebl, tendría como consecuencia que iniciativas empresariales no puedan asociarse a proyectos de bonos de carbono, lo que les permitiría obtener una rentabilidad extra; y la posibilidad de que se les quite beneficios tributarios. “Se afectaría la estabilidad sobre la que se ha basado una industria de largo plazo”, manifestó.
“Todo está en este momento sumamente en el aire”, opinó y remató: “Yo espero que el próximo Gobierno tome debida nota del problema si quiere desarrollar la industria de los biocombustibles”.
DATO
-Entre el 1 de enero de 2009 y el 31 de diciembre de 2010 la mezcla de biodiesel en diesel 2 llegaba a 2%.