Hace unos días asistimos al Tercer Congreso Internacional de Mango de Ecuador realizado en Guayaquil. Me sorprendió la masiva asistencia de empresas colombianas, país que a diferencia de Perú, carece de una importante industria exportadora de mangos. Sin embargo muchos de los colombianos van a Ecuador a proveerse de materia prima o buscar oportunidades de negocios.
En el 2009, Ecuador exportó USD 1,995 millones en banano, USD 550 millones en flores, USD 325 en cacao y cerca de USD 500 millones en otros productos del agro, dentro de este último grupo se encuentra la piña, mango, café y brócoli. También habría que resaltar sus cerca de 250 mil hectáreas de palma aceitera y algo que se complementa muy bien con el agro los USD 650 millones en exportación de camarón.
A excepción del banano convencional que se encuentra demasiado comoditizado. El cacao, las flores, el brócoli y las frutas tropicales se complementan muy bien con la oferta peruana. Que importante sería, que en un futuro, empresas peruanas puedan ir a Ecuador a realizar inversiones, comprar empresas y puedan sumar a su oferta la oferta actual Ecuatoriana.
Ecuador es un país de clima tropical con 14.6 millones de hectáreas agrícolas que por lo general tienen abundante acceso al agua (aunque en muchos de los casos la excesiva lluvia se convierte en un problema). Si bien es cierto han existido intentos de reforma agraria, éstas no han sido intensas y hay muchas extensiones importantes de tierras que han pasado de generación en generación configurando una clase agrícola empresarial importante.
También es posible percibir hoy en día una desazón por lo impredecible que se ha vuelto el accionar del gobierno ecuatoriano, sin embargo se reconoce que en el agro hay cero intervencionismo.
Adicionalmente las integración vial está avanzando y el proyecto Puyango-Tumbes, que promete irrigar 41,500 hectáreas de ambos países, ya tiene presupuesto y plazos de ejecución asignados.
Se están sentando las bases para que exista mayor integración entre estos dos países y sería muy interesante que nuestro agro empiece a mirar al Ecuador como una opción de diversificación y ampliación de estacionalidad en la oferta.
Dicho lo anterior llama la atención que los camiones que llegan a la frontera tengan que cambiar de tracto para seguir su rumbo por las carreteras ecuatorianas. Aunque algunos de los casos son exceptuados (carga refrigerada, gráneles líquidos, vehículos) el hacerlo se convierte muchas veces en un trámite burocrático y proclive a corrupción.
Tantos años tiene la Comunidad Andina y no ha podido avanzar en un tema sencillo: que el tránsito debe ser directo sin obligar al transbordo en cualquier producto y no dejarse presionar por los sindicatos de camioneros locales. La libre competencia para el transporte favorecerá al comercio y al eficiente desarrollo de mercado de los servicios de transporte y portuarios.
Adicionalmente es una vergüenza que no tengamos una frontera con Ecuador más ordenada y un puente que permita que el paso sea fluido. Es terrible el desorden que se arma y eso es algo que se resuelve sin mucha inversión.
Promovamos la integración con Ecuador, por la diversificación y extensión de nuestra oferta, para hacer buenos negocios. Este proceso favorecerá a los dos países y a nuestras poblaciones fronterizas que, por lo menos en el caso Peruano, tienen bajos niveles de vida.
Nota.
La palabra Ecuador proviene del latín "aequare" que significa igualar. Esto porque divide al mundo en dos partes iguales o hemisferios norte y sur.