Asimismo, no descartó que en los países dependientes de las importaciones de trigo como el Perú (40%), los precios de los cereales afecten los mercados domésticos e influyan en los costos de las harinas y pastas, aumentando el consumo de sustitutos como el arroz y la papa, incrementando sus precios, aunque en forma leve, debido a que la oferta local es buena
Por: Raúl Yaipén Carranza
Lima, 17 Septiembre 2012 (Agraria.pe) El actual incremento de los precios internacionales del maíz, trigo y soya no provocaría una crisis alimentaria en América Latina, como en los años 2007-2008, según aseguró el más reciente informe entregado a los ministros de agricultura del hemisferio sur por el director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Víctor M. Villalobos.
De acuerdo con el ejecutivo, el aumento de los precios se debe – principalmente - a una merma en la producción de los cultivos provocada por la sequía en Estados Unidos, y en menor medida por la disminución de las lluvias en Rusia, Ucrania, Kazajistán y Turquía, atrasos en el monzón de India y elevadas precipitaciones en China y las Coreas.
Además, varias regiones de Centroamérica han presentado condiciones secas, lo que ha afectado su producción agrícola.
Asimismo, sostuvo que el aumento se trataría de un fenómeno temporal y limitado a tres cultivos (maíz, soya y trigo), y que estos requieren que los países de América Latina y el Caribe (ALC) sigan su evolución y analicen los canales de transmisión de sus precios domésticos y fuera de sus fronteras, para contrarrestar los efectos negativos y que sus agricultores aprovechen eventuales oportunidades.
Del mismo modo, el documento explica que los impactos de la mayor variabilidad climática sobre la agricultura seguirán en los próximos años, y recomienda prudencia para no “sobrerreaccionar” a las condiciones actuales de los precios, evitando políticas distorsionantes del comercio, “que en lugar de ayudar, presionarían por mayores alzas y volatilidad en su valorización”.
Principales expectativas
Según el informe técnico, es de esperar que los niveles actuales de los precios incentiven a los productores de ALC y otras regiones del mundo a aumentar sus superficies cultivables de maíz, soya y trigo (ALC - +4%), teniendo como consecuencia que los mayores niveles de producción de las siguientes cosechas disminuyan los precios.
Por su parte, la nota técnica añadió que las alzas internacionales del maíz, soya y trigo tendrían dos efectos principales en ALC: uno directo, sobre el consumo, y otro indirecto, que se manifestaría en las cadenas alimenticias.
El impacto sería mayor en el caso del último producto. “La mayoría de países de ALC depende – fuertemente - de las importaciones de trigo (Perú – 40%) y por esto los precios internacionales se transmiten muy rápido a los mercados domésticos, afectando los precios de harinas y de pastas, haciendo que – posiblemente - aumente el consumo de sustitutos como arroz y papa, aumentando sus precios, aunque en forma leve, debido a que la oferta local es buena”, precisó Villalobos.
Finalmente, el ejecutivo añadió que la evolución de los precios de los cereales y oleaginosas dependerá del comportamiento del clima en septiembre para EE. UU. Y el sur del hemisferio, considerando que “los países cuyas importaciones provienen de EE.UU. estarán en una situación de mayor vulnerabilidad que aquellos que importan de Argentina, Brasil u otros que no han experimentado variaciones bruscas en su producción”.