Hace unas semanas escribí en Agraria.pe un artículo titulado: “ESG estratégico para nuestras empresas y el agro moderno”, en donde describía, lo difícil que es establecer indicadores adecuados y la gran cantidad de métricas no estandarizadas. Desde que el acrónimo en inglés ESG (Environmental, Social & Governance. Y en español; Ambiental, Social y Gobierno) empezó en el 2005, es sin duda el término más escuchado en los negocios hoy.
Sin embargo, existen detractores actualmente dentro de las empresas en la implementación a los objetivos ESG, según nota un artículo publicado, en el último informe trimestral de McKinsey. Los ejecutivos tienen, según Mckinsey estas cuatro críticas principalmente:
Me quiero centrar en este último punto, que me parece interesante analizar, es decir, aquellos factores ESG, que afecten, positiva o negativamente, el rendimiento financiero o el desempeño operativo de nuestras empresas. Porque creo que, si lo vemos desde esa perspectiva de impacto, realmente vamos a poder implementar políticas ESG que contribuyan al desarrollo de nuestras empresas y de nuestro sector.
Según mi perspectiva, la aplicación de ESG en las empresas está para resolver problemas que se tienen. Estos problemas deben tener un impacto real en los indicadores financieros y operativos. Además, estos problemas con impacto, se deben clasificar en:
Veamos una empresa integrada en nuestro sector, que tiene sus propios cultivos, es de regular tamaño y exporta sus propios productos:
Pues el medir los factores ESG y su impacto financiero y operativo puede ser relativamente simple y encajar dentro de la categoría de problemas primarios controlables, por ejemplo, medir la cantidad de agua que usa en sus cultivos por hectárea (metros cúbicos por hectárea), cualquier reducción es buena para la empresa, como consecuencia, la organización llega a tener un impacto financiero y operativo positivo.
Sin embargo, que sucede con esta misma empresa, si esos cultivos necesitan buena calidad de agua, podría caer dentro de la categoría de problemas secundarios que generan externalidades, la pregunta es, ¿Se pueden medir las externalidades de falta de agua, de buena calidad, en las zonas urbanas cercanas a la empresa? Además, ¿Estas externalidades, tienen impacto en los indicadores financieros y operativos de la empresa? ¿Impacta en el corto, mediano o largo plazo en la empresa?
En el caso de una empresa integrada por medio de cadenas productivas y que exporta sus productos:
Genera un impacto social positivo, porque genera ingresos para los agricultores con los que trabaja en la cadena y les aumenta la calidad de vida, esto sería, resolver un problema primario controlable.
Muchas de estas empresas que trabajan con cadenas productivas, también, hacen transferencia tecnológica. Sin embargo, si no se hace de forma adecuada, estos pequeños productores, pueden causar problemas sociales y ambientales. Por ejemplo: por el mal uso de agua, sin riego tecnificado eficiente. Estos agricultores pueden agudizar los problemas de escasez hídrica, como también el mal uso de agroquímicos podría ocasionar problemas en los sistemas bióticos (animales y otras plantas) y a los sistemas abióticos (suelo, aire y agua). Estos son, sin duda, problemas secundarios que generan externalidades. ¿El hacer seguimiento o no a estas variables impactan en sus resultados financieros y operativos? ¿Tendrá un impacto en el corto, mediano o largo plazo en la empresa?
En estos dos casos, lo que es importante es saber identificar los problemas ESG, que son fundamentales resolver, tener la capacidad de poder clasificarlos en problemas primarios controlables o problemas secundarios que generan externalidad, y por último, ver su impacto en los indicadores financieros y operativos en el corto, mediano y largo plazo. Creo que esta, es una forma, para que las empresas se involucren de manera real en los objetivos ESG, y así tengan un impacto positivo tanto en la empresa como en el sector.
