El termino capitalización puede tener diferentes acepciones en los ámbitos bursátiles, financieros o contables. En el campo simplemente podríamos decir que capitalización es el proceso de acumulación de riqueza ya sea sumando recursos monetarios, predios, maquinaria, equipo, biológicos (plantaciones) o humanos (especialización). Lo ideal es que cada año las empresas o personas estén más capitalizadas, puesto que esto les permite tener mejor capacidad operativa, invertir o conseguir financiamiento apropiado.
El desarrollo del mercado de tierras en el Perú está ayudando a que los predios aumenten de valor, por lo tanto los agricultores tienen más riqueza que antes, es decir están más capitalizados. También el agricultor se capitaliza cuando decide alquilar sus tierras y tener un ingreso seguro, claro que lo ideal es que el pequeño agricultor pueda sembrar la tierra, cubrir sus costos, asignarse una remuneración y tener una utilidad, pero éste es un escenario ideal y en muchos de los casos algo difícil de alcanzar.
Como bien dijo un Ministro de Agricultura, nuestro agro necesita capitalización más que financiamiento, pero cómo capitalizamos a nuestros pequeños y medianos agricultores. Aquí el financiamiento ayuda a la capitalización, pero un financiamiento que vaya a un proyecto con factores de riesgo controlados, un financiamiento que pueda ser repagado, pues caso contrario una deuda no cancelada que seguirá generando intereses y deteriorando la calificación crediticia del agricultor ayudará a descapitalizarlo más.
Nuestra capitalización dependerá de cuán bien nos vaya en cada campaña, un mal año nos descapitaliza, extraer recursos de la empresa para gastos personales también nos descapitaliza, los desastres naturales o vandálicos que no estén cubiertos por lo seguros también lo hacen. Tener un sano proceso de capitalización corresponde a la política de los accionistas para con sus empresas, pero no siempre se puede tener control sobre el impacto de los factores externos a nuestra operación.
Cuando un agricultor o empresa tiene una máquina o planta industrial inoperativa que debe dar mantenimiento sin producir o peor aun dejarla abandonada porque no hay capital de trabajo para operar descapitaliza a la empresa, al sector y al país en su conjunto. Cuando una plantación no recibe los nutrientes apropiados o los preventivos necesarios entonces hacemos ineficiente una campaña que nunca se recupera, allí también nos descapitalizamos.
La reforma agraria que inició en 1969, fue un catalizador de la descapitalización de nuestro agro, ya que muchas instalaciones productivas, maquinaria, equipo y recursos humanos se perdieron o deterioraron tremendamente. Los fenómenos del niño del 1983 y 1998 también descapitalizaron tremendamente al agro asimismo las caídas cíclicas de precios en los mercados internacionales.
De los tres factores externos antes mencionados que han descapitalizado a nuestro agro en el tiempo (políticos, naturales, mercado) los riesgos políticos como las expropiaciones cada vez son menos probables (dejando de lado el exabrupto del proyecto de ley de limitación de la propiedad agraria) sin embargo los riesgos climáticos y de fluctuaciones del mercado están latentes, y allí vuelvo a incidir en la necesidad de promover la implementación de un seguro al crédito agropecuario contra riesgos climáticos y fluctuaciones de precios. Si no completamos este mercado (seguros agrícolas) el agro siempre tendrá una barrera estructural para capitalizarse. Es un tema complicado pero que merece discutirse y estudiarse más a fondo.