Antiguamente se solía usar la frase “a título de” para referirse a la causa o motivo de algo; por ejemplo “a título de qué lo condecoran”. Por otro lado, las marmotas suelen pasar la mitad del año durmiendo en sus cálidas madrigueras abrazados unos de otros.
El último Censo Agropecuario -CENAGRO 2012- muestra que, de los 2.2 millones de unidades agropecuarias, solo el 29% de los predios tiene título de propiedad registrado, el 11% tiene título pero no lo ha registrado, el 8% tiene el título en trámite y el 52% no tiene título ni lo está tramitando. Cabe precisar que formalizar la propiedad incluye todo el proceso de saneamiento físico-legal del predio, entrega del título y posterior registro (Registros Públicos).
En enero de este año, el Ministerio de Agricultura anunció con bombos y platillos que asumía el rol de impulsar la formalización de predios rurales en el país. Un buen anuncio dado que el COFOPRI ha tenido baja performance en lo que a formalización rural se refiere, haciendo extrañar las buenas épocas del PETT. Habría que adicionar que el COFOPRI se descentralizó en el gobierno pasado y pasó a competencia de las regiones.
Mediante el Decreto Supremo 001-2013 – AG el MINAG/MINAGRI recupera la rectoría en lo que respecta a la formalización de predios rurales. Sin embargo, el detalle muestra que el D.S. en mención solo considera capacitar a los gobiernos regionales para promover el proceso de saneamiento físico-legal y registro de las tierras. Sin considerar, en adición, el fortalecimiento logístico/institucional en cuanto a personal, infraestructura, equipo, gastos operativos y apropiadas políticas de gestión. Resulta demasiado optimista pensar que los gobiernos regionales destinarán espontáneamente los recursos necesarios para asumir un reto de tal magnitud.
El mercado (buenos negocios) es el gran dinamizador de la formalización de la propiedad. Piura vive un auge de la titulación donde los mismos usuarios se encargan de realizar todo el proceso para formalizar sus predios, dedicados en su mayoría a cultivos de exportación. Formalizar la propiedad les permite, además de la seguridad jurídica, capitalizarse para acceder a fuentes de capital y financiamiento. De forma consecuente se va desarrollando un mercado de tierras.
Productos con demanda de mercado como la quinua deberían ser el gran dinamizador de la formalización de la propiedad en nuestra región andina. Proceso que además del aseguramiento de agua y transferencia tecnológica permitirá a nuestros productores un mayor acceso al sistema financiero.
También hay limitaciones a este proceso: El miedo a formalizarse debido a que con argucias me puedan quitar mi propiedad en una notaría; o para qué voy a titular si después me ubica la SUNAT y se queda con mi tierra; conflictos de límites; controversias judiciales; la reforma agraria inconclusa legalmente; pagos de impuesto predial nunca realizados etc.
Aun no exista suficiente actividad económica rentable en el agro, es necesario dinamizar el proceso de formalización como la base de todo proceso de competitividad. El tema estaba fuera de agenda porque se pensaba que se había avanzado de manera importante, sin embargo las cifras del último CENAGRO muestran que la formalización de los predios rurales en el Perú ha avanzado a “título de marmota”.
04 de Octubre del 2013