COLUMNA DE:
Fernando Cillóniz

Fernando Cillóniz

Presidente de la consultora Inform@cción
28 mayo 2019 | 10:23 am Por: Fernando Cillóniz

El octavo gran desafío de la agricultura peruana: el populismo político

El octavo gran desafío de la agricultura peruana: el populismo político
El populismo político está al acecho de la exitosa agricultura empresarial en nuestro país. Una vez más, el firmamento político muestra el alineamiento de los cuatro astros premonitores del mal: ignorancia, envidia, rencor, y egoísmo.

Si de leyes se tratara… la Ley de Promoción Agraria y el Régimen Laboral Agrario constituyen dos de las normas que más bienestar social haya jamás propiciado la frondosa legislación peruana. Los tan comentados “pleno empleo” y “progreso socioeconómico” de la Región Ica están sustentados – en gran medida – en el extraordinario desarrollo de nuestra agricultura. Precisamente, a partir de la dación de las dos leyes en cuestión.

Por lo visto, los iqueños estábamos en lo correcto en consignar al POPULISMO POLÍTICO como el octavo gran desafío de nuestra agricultura. Recordemos. La agricultura empresarial peruana – y sobre todo la iqueña – es un éxito a nivel mundial. No obstante, enfrentamos ciertos desafíos.

Los ocho grandes desafíos son: (1) agua, (2) tierra, (3) sanidad, (4) mano de obra, (5) mercados, (6) tecnología y gestión empresarial, (7) infraestructura, y (8) POPULISMO POLÍTICO.

Los primeros siete desafíos han sido afrontados con mucho esfuerzo. La Hermandad del Agua entre Ica y Huancavelica, la Siembra y Cosecha de Agua, el riego tecnificado, la recarga de los acuíferos… hemos dado pasos gigantes respecto al desafío del agua.

Las tierras de nuestros valles están siendo invadidas por las urbanizaciones. ¿Qué hemos hecho frente a ello? Conquistar el desierto… nada menos. Y cada vez más, estamos conquistando las laderas y faldas de los cerros.

En materia sanitaria, nadie nos gana en Control Integrado de Plagas. Además, gracias al SENASA hemos avanzado mucho en el control de la Mosca de la Fruta. A tal punto, que nuestras frutas frescas son aceptadas en – prácticamente – todos los mercados del mundo.

La demanda de mano de obra es tal que las remuneraciones han aumentado sostenidamente. La formalidad laboral en el sector está más que sustentada en las estadísticas del Ministerio de Trabajo. Y ¡qué decir del boom inmobiliario y comercial en nuestra región! ¡Cómo que nuestra agricultura no genera progreso y bienestar social!

Los productos agrícolas peruanos están en todo el mundo. El éxito que hemos logrado para vencer el desafío de los mercados es impresionante. Con decir que les vendemos paltas a los mexicanos y uvas de mesa a los californianos. Algo así como venderles hielo a los esquimales.

La agricultura empresarial de nuestro país constituye la máxima expresión de tecnología y modernidad. En digitalización, fertirriego, genética, sanidad, poscosecha… tenemos lo mejor de lo mejor. Y en materia de gestión empresarial… lo mismo. Nuestros costos suben… pero más sube nuestra productividad.

Nuestra infraestructura logística también ha avanzado. Nuestras plantas de empaque son de avanzada. Nuestros sistemas de almacenamiento y transporte refrigerado, igual. Incluso, en Ica tenemos empresas de metal – mecánica que exportan plantas de empaque a otros países del mundo. Y otras que fabrican y exportan cajas para embalajes de frutas, parihuelas y software de gestión agrícola.

Pues bien. El POPULISMO POLÍTICO podría echarlo todo a perder. Tenemos que hacer todo lo que esté a nuestro alcance para defender la legislación que propició tanto progreso, trabajo, y bienestar en nuestra región. ¡No al populismo político!

Fuente: Lampadia