10 enero 2018 | 10:38 am Por: Redacción

Informó la Unesco

Sistema de jueces de agua de Corongo ingresa a la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

Sistema de jueces de agua de Corongo ingresa a la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

La práctica, propia de las sociedades pre incas y expandida durante el Imperio constituye el procedimiento colectivo y solidario para el acceso y distribución del agua para faenas agrícolas.

(Agraria.pe) Semanas atrás, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), anunció que el sistema tradicional de jueces de agua de Corongo en Áncash ingresó a la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

¿En qué consiste?
El sistema tradicional de jueces de agua de Corongo es una expresión cultural, múltiple y tradicional que abarca la administración de un sistema de acceso y distribución del agua, conforme a los principios de solidaridad y reciprocidad, la religiosidad, la preservación de la memoria histórica y elementos de identidad cultural de la población del distrito de Corongo, en la región de Ancash. El funcionamiento del sistema está vinculado histórica y socialmente a las tradiciones y expresiones culturales locales, a su espiritualidad y a manifestaciones religiosas propias del sincretismo de la cosmovisión andina.

Los conocimientos y saberes que aplican los jueces de agua, ayudados por responsables locales denominados "campos", son ancestrales. Se originan en las prácticas de la reciprocidad propias de las sociedades pre incas, reproducidas y expandidas por el Imperio Inca. Constituye una expresión de cultura inmaterial viva en la medida que desde esos tiempos ancestrales se continúan aplicado y constituye en la actualidad el procedimiento colectivo y solidario del acceso y distribución del agua para las faenas agrícolas de las poblaciones de Chopimarca, Dos de Mayo, Malambo, Cayarina, San Cristóbal, Ushquish y Laguan, así como en los caseríos de Aticara, Colcabamba, Nueva Victoria y Rayan.

Cada año – siguiendo la tradición ancestral de la dualidad en la organización social- se nomina dos jueces de agua para dirigir el sistema en el Alto y Bajo Corongo. Los jueces trabajan ayudados por sus campos, quienes son numerosos y aplican el sistema sobre el terreno: organizan el mantenimiento y limpieza de los canales, su operatividad y la distribución del agua. Estas acciones se hacen bajo una actitud de respeto a la naturaleza y al medio ambiente, que forma parte de la espiritualidad del pueblo. La continuidad del sistema se asegura a través de la trasmisión oral de los conocimientos, técnicas y responsabilidades.
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