27 agosto 2018 | 09:40 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Destacó Luis Gonzáles, asesor del Minagri

La geografía y microclimas del Perú han generado un rico germoplasma así como la adaptación de cultivos claves como el arándano y la palta Hass

La geografía y microclimas del Perú han generado un rico germoplasma así como la adaptación de cultivos claves como el arándano y la palta Hass

Funcionario estableció que la agricultura de precisión y la agricultura protegida son los próximos grandes retos del sector. Un panorama que debe apoyarse en la investigación científica sostenida y la búsqueda constante de nuevos mercados para los productores nacionales. 

(Agraria.pe) El rol de Perú como proveedor mundial que garantiza la seguridad alimentaria internacional fue destacado por Luis Gonzáles, asesor del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) durante su participación el Bioagrifood Future Forum realizado días atrás en Lima. 

Este escenario, analizó, responde a un incremento sostenido en la producción nacional de alimentos tanto en costa como sierra y selva, donde surgen frutas, hortalizas y granos que se comercializan a nivel local y en el exterior; así como cultivos industriales como la caña de azúcar y tropicales como el achiote, café, cacao, piña, entre otros. 

“La compleja geografía, los pisos altitudinales y la multiplicidad de limas y microclimas, proveen soporte a una gran variedad de cultivos en el Perú, siendo eje principal nuestro gran acervo genético que se traduce en germoplasma de varias especies cultivadas y que solo se encuentran en nuestro territorio teniendo un altísimo valor. Hay que recalcar el valor del germoplasma para nuestro país”, sostuvo.

Agregó que estos factores contribuyeron de sobremanera a la adaptación en nuestro país de cultivos no tradicionales claves como el espárrago, la palta Hass, el arándano, entre otros, cuyos volúmenes de producción y exportación están proporcionando al país importantes divisas y son fuente de trabajo que dinamizar la economía.  

“Este contexto combinado de biodiversidad, geografía y clima presenta innumerables retos para el productor, Estado y academia, un trinomio que en un esfuerzo conjunto debe trabajar para preservar el germoplasma”, dijo. Esto debe engarzarse con el objetivo de originar variedades que se adapten al clima, plagas, enfermedades y otros, y se estimulen a la vez prospecciones para conquistar nuevos nichos comerciales y se catapulten proyectos de investigación que brinden soporte científico a nuevos emprendimientos agrícolas, ya sea para productos frescos o procesados. 

Retos del futuro
Asimismo, Luis Gonzáles definió los que considera son los retos del futuro del sector. Empezó señalando a la agricultura de precisión con sus instrumentos para la medición de factores físicos del suelo como humedad, pH y salinidad, así como el monitoreo de plagas y aplicaciones tropicales utilizando drones, hasta el uso de imágenes satelitales para determinar los problemas específicos de una zona de cultivo. 

Pero el panorama incluye otro concepto: “Las perspectivas futuras implican no solo la agricultura de precisión sino la agricultura protegida; esto es casas malla, invernaderos, sistemas de riego, de fertilización y otras aproximaciones que permitan manejar los cultivos en el nuevo escenario de mitigación del cambio climático”. A esto se suma el uso de tractores, cosechadoras automáticas y, en general, toda la maquinaria pesada sofisticada que está teniendo un avance significativo y que se intensificará en el futuro abaratando sus costos y permitiendo el desarrollo de tareas de manera más uniforme y eficiente. 

A esta tendencia, aseguró, se agrega la investigación científica agrícola, que “constituye el pilar fundamental del desarrollo y demanda para mayor articulación entre todos los sectores de esta plataforma”. Esta política de fomento, reconoció, implica más personal científico altamente calificado, presupuesto y laboratorios implementados con instrumentos de última generación que produzcan investigaciones efectivas y competitivas. 

Finalmente, el vocero del Minagri refirió que uno de los ejes de la política agraria es el estímulo de la producción orgánica, “la cual se viene fortaleciendo en costa, sierra y selva, pues nuestro país cuenta con todas las condiciones para el desarrollo de este tipo de producción y la tendencia del comercio internacional es cada vez más favorable al comercio de este tipo de alimentos”. Aseguró que el Gobierno trabaja para que estos productores, de todo calado, encuentren accesos a mercados para productos nuevos o con presentaciones originales procesadas tanto en el mercado local como exterior. 

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