COLUMNA DE:
Ing Liliana Aragón Caballero

Ing Liliana Aragón Caballero

Docente del departamento Académico de Fitopatología de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional Agraria la Molina. Decana de la Facultad de Agronomía
17 diciembre 2020 | 09:59 am Por: Ing Liliana Aragón Caballero

Un gran maestro

Un gran maestro

Deseo dedicar esta nota a un gran maestro, el Ing. Manuel Cueva, quien semana atrás se nos adelantó y partió de esta vida. Pude interactuar más con él en su etapa de vida como coach y tuve el honor de conocerlo mejor en su calidad humana, realmente vivía lo que predicaba.

Si bien es cierto lo conocí cuando era el Gerente Fitosanitario de BAYER y coincidíamos en los Congresos Peruanos de Fitopatología o en las Convenciones Nacionales de Entomología que se realizaban en la UNALM. En toda esta etapa cultivó mucho el reconocimiento de los agrónomos, profesionales y técnicos del sector; una persona muy apreciada por quienes tuvimos la oportunidad de interactuar con él. Pero como dije al inicio de esta nota, lo conocí plenamente como coach.

Hicieron una dupla excelente con Jorge Cornejo. Cuando asumí la posición de Coordinadora de la Unidad de Calidad y Acreditación de la UNALM invité al Ing. Cueva para que nos ayudara en un taller con las autoridades y jefes de oficina y jefes de departamento de la UNALM. Fue muy motivador e hizo un trabajo de sensibilización, considerando que debíamos iniciar los trabajos de autoevaluación.

Posteriormente, colaboró mucho con la Facultad de Agronomía pues fue invitado a ser parte del Comité Consultivo. Participaba realizando charlas de motivación en liderazgo de los estudiantes de último ciclo (próximos a salir a su fase de campo del curso de Prácticas Agronómicas II; el cambio de etapas en la vida puede generar estrés, de ahí la importancia de darles este soporte).

Como mencioné, el Ing. Cueva era consecuente con sus principios, los vivía, realmente un ejemplo a seguir.  Cuando inicié mi gestión como Decana les planteé a los miembros del Comité Consultivo sobre la posibilidad de establecer el Cuadro de Excelencia y reconocer el desempeño de los estudiantes. Una de las primeras respuestas fue la de él, pues ofreció uno de los premios: un curso de 10 sesiones de Coaching a los estudiantes del Cuadro de Excelencia. Durante estas sesiones, intercambiamos ideas, puntos de vista respecto a la necesidad de establecer el Coaching en los estudiantes. Luego de las 10 sesiones, el cambio que vimos en este primer grupo de estudiantes fue evidente; que tal cambio en la seguridad de ellas, en la capacidad de perder el temor de hablar en público o de tener el valor de decir NO; los testimoniales de las estudiantes fueron muy gratificantes. Pude ser partícipe de la cosecha en función a lo que sembró el Ing. Cueva con este grupo de estudiantes. También apoyó en otorgar las sesiones de coaching a los dirigentes estudiantiles; también fue un soporte excelente a ellos, considerando su posición.

Sé que a lo largo de su trayectoria sembró en cada uno de los Ingenieros Junior que ingresaban a BAYER, los Ingenieros que luego formaban parte de su equipo de trabajo y quienes (así como yo) de alguna forma tuvimos el honor de recibir sus enseñanzas, sus experiencias. Transmitía una tranquilidad tan necesaria para desarrollar la inteligencia emocional. Realmente un gran maestro!