Estados Unidos es actualmente el principal abastecedor de maíz amarillo duro al Perú, y que el 2018 colocó en el país importaciones de ese producto por US$639 millones.
(Agraria.pe) El Plan Nacional de Cultivos de la Campaña Agrícola 2029-2020 advirtió como un riesgo para la producción nacional del maíz amarillo duro, el que sus precios estarán más vulnerables (bajarían) a partir del 2020 ante la desgravación de ese producto proveniente de Estados Unidos, en el marco de la ejecución del Tratado de Libre Comercio (TLC) que suscribió con el Perú.
El plan observa que el mercado interno de maíz amarillo duro, ya expuesto a variaciones del precio internacional de ese cereal, puede tener aún una mayor vulnerabilidad a partir del 2020, es decir, ver una baja de precios, pues el arancel ad valorem se desgravará totalmente para el maíz que viene de Estados Unidos, según establece el TLC.
En esa línea, advierte como otra amenaza, la alta dependencia del Perú de las importaciones de ese grano, principalmente de Estados Unidos, para la industria de alimentos balanceados que demanda la actividad avícola y porcina local.
Vale indicar que Estados Unidos es actualmente el principal abastecedor de maíz amarillo duro al Perú, y que el 2018 colocó en el país importaciones de ese producto por US$639 millones, seguido por menores importaciones de Argentina y Brasil. Además, para la campaña de siembra 2019-2020, el plan del cultivos estima una producción local de maíz amarillo duro de 1’ 323,000 toneladas, lo que representaría una disminución de 2.6% respecto a la producción obtenida el 2018 (1’265,000 toneladas. Para el 2020, proyecta que habrá una producción de 1 millón 290 mil toneladas, lo que significaría un incremento de 4.7% respecto al 2019.
Otros riesgos para el cultivo de ese grano, según el plan de cultivos, son las variaciones climáticas que pueden ocasionar bajos rendimientos e incrementar los costos de producción.
Dato
. Frente a las amenazas que enfrenta el maíz amarillo duro, el Minagri considera como fortalezas la alta calidad del grano nacional, el alto consumo per cápita de pollo y la ubicación de las plantas procesadoras cercanas a zonas productoras.
Fuente: Gestión
