COLUMNA DE:
Fernando Cillóniz

Fernando Cillóniz

Presidente de la consultora Inform@cción
29 septiembre 2021 | 09:14 am Por: Fernando Cillóniz

Convocatoria de grupo que formulará el Plan de Acción para el Desarrollo del sector excluye a los representantes del sector agroexportador

Segunda Reforma Agraria… tan retrógrada y acomplejada como la Primera

Segunda Reforma Agraria… tan retrógrada y acomplejada como la Primera

Nada bueno debemos esperar de la Segunda Reforma Agraria, aparte de más pobreza, más informalidad, más desnutrición, más marginación, más discriminación, más desempleo, y más dependencia alimentaria del exterior.

(Agraria.pe) Este Gobierno no achunta una. Concretamente, me refiero a la conformación del Grupo de Trabajo que acaba de convocar el Ministerio de Agricultura, para implementar la llamada Segunda Reforma Agraria.

Resulta que la convocatoria excluye a los representantes del sector agroexportador. Precisamente, el sector más moderno y competitivo de nuestra agricultura. El sector que – a decir de muchos – constituye una de las agriculturas más productivas y tecnificadas del mundo.

Nótese que la Resolución Ministerial en cuestión, señala que el objetivo del grupo es formular el Plan de Acción para el Desarrollo del Sector. Es decir, de todo el sector.

La pregunta es ¿acaso los productores de frutas y hortalizas – que este año van a superar todos los récords históricos de exportaciones – no son parte del sector agrario? ¿Acaso no hay un encadenamiento productivo – creciente y virtuoso – entre el sector agroexportador y la pequeña agricultura? ¿Acaso no han visto cuánto han crecido – gracias a estos encadenamientos – las exportaciones de paltas de los pequeños productores de Huancavelica, Ayacucho y Apurímac? ¿Acaso no están al tanto de las transferencias tecnológicas de las empresas en favor de los pequeños agricultores, y del millón de empleos formales generados en el sector agroexportador?

Ciertamente, no. Tanto que – como mencioné anteriormente – el sector agroexportador no participará en la formulación del Plan de marras. Y – en cambio – sí participarán los Viceministerios de Políticas y Supervisión del Desarrollo Agrario, y de Desarrollo de Agricultura Familiar e Infraestructura Agraria y Riego.

También participarán las Direcciones Generales de – miren bien – Políticas Agrarias, Gestión Territorial, Estadística, Seguimiento y Evaluación de Políticas, Saneamiento de la Propiedad Agraria y Catastro Rural, Desarrollo Agrícola y Agroecología, Desarrollo Ganadero, Asociatividad, Servicios Financieros y Seguros, Infraestructura Hidráulica y Riego, Planeamiento y Presupuesto, y Compensaciones para la Competitividad. O sea, la crema y nata de la burocracia papeluchera, inútil y corrupta. Entre paréntesis ¡habrase visto tanta burocracia estatal que – a la luz de la realidad – jamás sirvió para nada!

Y por el lado “productivo” – y lo pongo entre comillas porque de “productivo” no tienen nada – participarán la Convención Nacional del Agro Peruano (Conveagro), la Confederación Nacional Agraria (CNA), la Central Única Nacional de Rondas Campesinas (Cunar), la Junta Nacional de Usuarios de los Sectores Hidráulicos de Riego, la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (Onamiap), y la Federación Nacional de Mujeres Campesinas Artesanas Indígenas Nativas y Asalariadas del Perú (Femucarinap).

¿Qué Plan de Acción puede salir de ese sancochado? Mejor… ¡ni imaginarlo! ¿Sabrán algo de planificación estos señores? Por lo visto… no. No, porque – aparte de excluir a los agroexportadores – no están considerando a otros actores relevantes como los proveedores de equipos e insumos agrícolas, los distribuidores y clientes de los productos agrícolas, los agentes financieros, las universidades e instituciones de investigación, entre otros.

Además, queda claro que esta gente cree que un Plan de Acción es un documento. En ese sentido – seguramente – en diciembre 2021 van a haber redactado un documento. Puro papel. Más aún, van a tomarse fotos con la carátula del documento… todos agarrados de la mano. Van a sentirse felices de haber producido un documento, denominado Plan de Acción – con miles de hojas – lleno de buenas intenciones. Un documento – como los muchos que produce el Estado – que no servirá para nada.

¡Una pena! Una vez más, el Estado peruano va a atiborrarnos de normas y procedimientos que pocos respetarán. Y que sólo servirán para justificar abusos de poder, consultorías amañadas, y coimas por doquier.

Conclusión: Nada bueno debemos esperar de la Segunda Reforma Agraria, aparte de más pobreza, más informalidad, más desnutrición, más marginación, más delincuencia, más discriminación, más desempleo, y más dependencia alimentaria del exterior. Es decir, más de todo lo malo. A eso nos va a llevar la Segunda Reforma Agraria retrógrada y acomplejada – similar a la Primera – que se está cocinando en el Ministerio de Agricultura.

Fuente: Cívica