Meta debe ser la reducción de la informalidad laboral de 73% a, como mínimo, 50% en el 2021.
(Agraria.pe) Reducir la informalidad laboral es uno de los temas claves para lograr que el país recupere sus tasas de crecimiento económico y consolide su desarrollo, señaló la Asociación de Exportadores (ADEX), razón por la cual exigió un compromiso claro y acciones firmes por parte del próximo gobierno.
Una informalidad tan alta como la peruana no tiene otra explicación que la falta de capacidad del Estado para plantear soluciones a los problemas básicos del ciudadano. Este diagnóstico se complementa con los índices de debilidad institucional que reporta el World Economic Forum (WEF), según los cuales la confianza del peruano en el político, en sus autoridades y sus instituciones está entre los 10 peores países, de un conjunto de 140 monitoreados por esta fuente, destacó el gremio empresarial.
Según el presidente de ADEX, Eduardo Amorrortu, la única salida está en un compromiso serio y firme que deben asumir todos los candidatos a la presidencia de la República, el cual debe tener acciones y metas claramente especificadas.
A juicio de los exportadores, esa acción tiene que pasar por la reforma de las instituciones públicas, y la meta debe ser la reducción de la informalidad laboral de 73% a, como mínimo, 50% en el 2021. "El problema es tan crítico que es necesario que los políticos dejen la vaguedad de sus promesas para adoptar un compromiso valiente", dijo Amorrortu.
En un informe preparado por el gremio exportador, se señala que la reforma institucional debe sustentarse en una relación transparente del aparato público con los ciudadanos, privilegiando la facilitación y la cooperación que le asegure al ciudadano que el costo de ser formal tiene una clara retribución en su progreso económico y su bienestar, así como el del país.
Asimismo, se señala que SUNAT y SUNAFIL deberían comprometerse con el cumplimiento de metas concretas en formalización tributaria y laboral, dejando de lado sus actitudes arbitrarias y abusivas que no hacen más que incrementar la informalidad.
Según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), la informalidad laboral, que registra a los trabajadores que no gozan de sus derechos, bajó de 75% a 73% durante esta gestión gubernamental. En el período 2007-2011 se redujo en cinco puntos porcentuales. De cualquier modo, los avances son muy lentos.
"El reto está en reducir la tasa de informalidad a, como mínimo, 50% al 2021, año del bicentenario. Ello significa bajar cinco puntos porcentuales cada año", refirió el presidente de ADEX.
Informalidad estatal
Para ADEX, la formalidad implica, entre otros aspectos, que la gente tenga confianza en los políticos responsables de plantear y gestionar soluciones. Lamentablemente, de 140 países medidos por el WEF, Perú ocupa el puesto 130 en el índice de confianza en los políticos, mientras que en mala administración del gasto público nos posiciona en el lugar 117.
Otra cara oscura de la formalidad es el costo que significa ser formales sumado al costo generado por el pobre desempeño de las autoridades y organismos públicos. La queja de los agentes económicos peruanos respecto a las sobreregulaciones nos coloca en el puesto 129. La misma posición que ocupamos por el costo que representa el crimen y la violencia. Paradójicamente, el sistema judicial, llamado a prevenir y reparar estos problemas, está tan desprestigiado que nos ubica en la humillante posición 130.
"No podemos avanzar si no nos ponemos de acuerdo en cuanto a los objetivos país y si no nos comprometemos por alcanzarlos; eso es institucionalidad. La poca confianza en las autoridades políticas porque gastan mal, porque desvían fondos, porque no resuelven el tema de la seguridad, porque no hay procesos judiciales justos, etc. impide que tengamos un auténtico compromiso", dijo Amorrortu.
