Empresario destacó que su empresa pasó de facturar US$ 750 mil a US$ 50 millones en cinco años con crecimiento inclusivo, pero que la delincuencia y falta de carreteras desmotivan la inversión.
(Agraria.pe) El potencial productor del país está esperando en muchas de sus provincias, sin embargo no puede canalizarse por falta de inversión en infraestructura. Así lo señaló César Zorrilla Wong, gerente general de Organic Sierra y Selva, que concentra su producción en granos orgánicos de la sierra para exportación.
El empresario apuntó que en la sierra el problema de la falta de infraestructura vial es especialmente preocupante pues encarece los costos logísticos de los empresarios y hay zonas a las que simplemente no pueden atender por falta de carreteras. Agregó que esta deficiencia ocasiona además accidentes y que de hecho todos los años su empresa pierde a uno o dos técnicos que no pueden llegar a dar asistencia técnica a zonas alejadas porque las camionetas se desbarrancan o transitan caminos de una sola vía en áreas de geografía peligrosa.
“Habría que redefinir y orientar la inversión pública para que nosotros los empresarios podamos legar hasta el último productor. En la sierra hay más de 2 millones de hectáreas listas para ser cultivadas y nosotros como empresa tenemos toda la apertura comercial para hacerlo, tenemos además los mercados, pero encontramos esta limitación de infraestructura”, comentó.
Delincuencia y crecimiento inclusivo
Otro de los problemas que identificó Zorrilla para los empresarios en el interior del país es el de la delincuencia y corrupción. Explicó que en su caso trabaja especialmente en la sierra norte de La Libertad, donde la quinua se ha convertido en cultivo alternativo a las plantaciones de coca. Por esta labor, dijo haber sido víctima de amenazas y extorsión, de solicitudes de dinero a cambio de no manipular a la comunidad en contra de la compañía, lo que desmotiva al empresario.
“De alguna forma se le echa la culpa al empresario y no debe ser así, nosotros hacemos nuestros trabajo, invertimos y tomamos un riesgo tremendo, generamos empleo formal, pero necesitamos una retribución también, y lo único que pedimos son buenas carreteras, mano de obra calificada –lo que mejorará con educación- aeropuertos para bajar costos logísticos, y que los productores tengan acceso a servicios elementales de agua y saneamiento”, apuntó.
Para el líder de Organic Sierra y Selva, la promoción de políticas públicas y privadas debe ser una prioridad, pues no todo lo tiene que hacer el Estado. Se reconoció a sí mismo como un empresario social y apuntó que parte de su labor es generar ideas para su compañía y cumplir un rol que tenga impacto positivo en la compañía implementando proyectos que generen mayor productividad y competitividad entre los productores. Destacó el caso del proyecto de micromembranas que desarrolla su empresa, y que consiste en dotar a los productores de estos elementos para que puedan tener una segunda cosecha con mayor rendimiento que la primera, lo que incrementa los ingresos para el productor y su familia.
Resaltó que este enfoque de creación de valor compartido le ha permitido a su empresa alcanzar un crecimiento de 6000%, lo que significó pasar de una facturación de 750 mil dólares a 50 millones de dólares en no más de cinco años. Un esquema que además ha creado lealtad entre los productores y que los tiene motivados pues se les ofrecen herramientas para que el proyecto sea sostenible.
Finalmente, Zorrilla hizo explícito su apoyo a la Ley de Promoción Agraria, pues aseguró que está ayudando a formalizar la agricultura peruana dando estabilidad jurídica a los inversionistas. “La agricultura en los próximos 5 a 10 años será el motor del desarrollo económico y social del Perú. Ningún empresario va a poner un sol de inversión si no hay estabilidad jurídica. Es el ABC.”, remató.
