21 enero 2025 | 10:17 am Por: Redacción

Expertos brindan recomendaciones para mitigar el descenso del Lago Titicaca y proteger ecosistemas y comunidades

Expertos brindan recomendaciones para mitigar el descenso del Lago Titicaca y proteger ecosistemas y comunidades
El cambio climático es una realidad que no solo provoca la pérdida de recursos naturales vitales, sino que también pone en riesgo la capacidad de garantizar un futuro sostenible para las comunidades que dependen de ellos.

(Agraria.pe) El Lago Titicaca, reconocido como el lago navegable más alto del mundo, enfrenta una preocupante disminución de su nivel en los últimos años, alcanzando mínimos históricos. Según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (SENAMHI), en el último año el descenso ha superado los 50 centímetros, situándose entre los más bajos registrados en comparación con sequías pasadas. Este fenómeno está teniendo un impacto profundo en las dinámicas económicas y sociales de la región, afectando actividades esenciales como la pesca, la agricultura y el turismo.

David Cassuto, director del Instituto Brasil-Americano de Derecho y Medio Ambiente (BAILE), explica que este problemática está estrechamente vinculada al cambio climático, la sobreexplotación de recursos hídricos y la contaminación. "El cambio climático no es una amenaza futura, más bien una realidad presente que ya está afectando ecosistemas cruciales como el Lago Titicaca. Países y culturas deben enfrentar esta realidad. Sin una acción global coordinada y respuestas locales efectivas, no solo estaremos perdiendo bienes naturales esenciales, sino también la capacidad de garantizar un futuro sostenible para las comunidades que dependen de ellos", afirma.

El deterioro del ecosistema tiene graves repercusiones para las comunidades locales, especialmente en la región de Puno, donde el 80% de la población depende directamente del Lago Titicaca para su suministro hídrico. Más de 60,000 personas se ven afectadas por esta crisis, con el servicio de agua potable limitado a solo tres horas diarias en muchas viviendas. En las zonas más distantes, la situación se agrava, ya que los residentes solo cuentan con cisternas para abastecerse.

Ante este panorama, Julio Orellana, docente de la carrera de Derecho en la Universidad Científica del Sur, enfatiza la urgencia de una intervención. "Es crucial llegar a un acuerdo bilateral con Bolivia que no solo implemente medidas conjuntas, sino también estrategias individuales para regular el uso del agua. Además, el turismo ha caído un 20% debido a la pérdida de atractivo paisajístico y al deterioro ambiental del lago, lo que subraya la necesidad inmediata de preservar tanto el ecosistema como los medios de vida de las comunidades locales", señala.

Frente a este escenario, los expertos en derecho ambiental instan a la implementación de soluciones inmediatas y presentan una serie de recomendaciones fundamentales para mitigar el impacto del descenso del agua y adaptarse a las diversas realidades climáticas que afectan al Lago Titicaca:

  1. Fortalecimiento de la cooperación binacional: es necesario establecer un acuerdo bilateral más riguroso que el vigente entre Perú y Bolivia, complementario a la actual Declaración de La Paz. Este tratado debe incluir medidas conjuntas de monitoreo y reducción del uso de agua, así como la regulación de la pesca y extracción de flora acuática, garantizando la sostenibilidad de los recursos que sustentan a las comunidades locales.
  2. Regulación del uso de recursos hídricos: es fundamental implementar marcos legales nacionales que establezcan límites máximos para la extracción de agua en actividades agrícolas, industriales y turísticas. Además, la creación de programas obligatorios de monitoreo comunitario promovería una gestión más transparente y sostenible de este elemento vital.
  3. Protección de la biodiversidad acuática: la implementación de políticas como vedas estacionales para preservar organismos vulnerables, programas de repoblamiento con ejemplares nativos y controles estrictos sobre especies invasoras resulta esencial para salvaguardar el equilibrio ecológico del lago. Además, se recomienda la restauración de humedales circundantes, una medida que ayuda a contrarrestar los efectos del descenso del nivel de agua y fortalece los beneficios ambientales que provee la región.
  4. Promoción de tecnologías sostenibles: incentivar el uso de tecnologías de reutilización de agua en la agricultura y la industria contribuirá a reducir la presión sobre el lago. Asimismo, herramientas de pago por servicios ecosistémicos podrían motivar a las comunidades a conservar el recurso hídrico en beneficio mutuo del ecosistema y la población.
  5. Adopción de mejores prácticas internacionales: ejemplos exitosos en otros países, como el sistema de Pago por Servicios Ambientales en Costa Rica o el Water Act de Australia que establece un marco de gestión sostenible de recursos hídricos y promueve la restauración de cuencas mediante cuotas de preservación y medidas contra la contaminación, destacan por su enfoque integral en la protección de fuentes hídricas. Estas experiencias pueden adaptarse a la realidad del Lago Titicaca para garantizar su conservación a largo plazo.

Ambos especialistas coinciden en que la crisis del Lago Titicaca es un reflejo de los desafíos globales derivados del cambio climático. Subrayan que la situación del lago exige medidas urgentes y una cooperación internacional que integre la gestión sostenible del agua, la conservación de la biodiversidad y el bienestar de las comunidades. “Solo a través de un esfuerzo conjunto entre gobiernos, instituciones y la sociedad civil será posible proteger este invaluable recurso natural para las generaciones futuras”, concluye Orellana.

Datos

David Cassuto, reconocido especialista en Derecho Ambiental y académico de renombre internacional llegó al Perú para participar como jurado del V Moot de Derecho Ambiental. Este evento fue organizado por la Universidad Científica en coorganización con el Centro de Estudios Constitucionales del Tribunal Constitucional del Perú y la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), y contó con la participación de magistrados del Tribunal Constitucional.

 

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