(Agraria.pe) A tres meses de la conclusión de la campaña de exportación de uva de mesa peruana, se anticipa una caída superior al 10% en comparación con la temporada anterior, principalmente debido a los cambios climáticos que han impactado negativamente la producción. De hecho, el verdadero impacto en la producción se prevé hacia el final de la campaña.
El gerente general de la Asociación de Productores de Uva de Mesa del Perú (Provid), Alejandro Cabrera, señaló que la campaña, que comenzó en agosto y generalmente se extiende hasta abril, experimentó un aumento en los envíos a diciembre de 2023, con 47.2 millones de cajas de 8.2 kilogramos, en comparación con las 41.2 millones de cajas del cierre de 2022.
Sin embargo, eventos climáticos como el ciclón Yaku y el fenómeno de El Niño adelantaron la temporada en aproximadamente 25 días, afectando negativamente el volumen de envíos en las regiones norte y sur del país. Por ejemplo, la región norte experimentó una caída de más del 30% en sus envíos, a pesar de un rendimiento inicialmente positivo en noviembre.
“En la campaña 2022-2023 se enviaron 71.4 millones de cajas de 8.2 kilogramos, teniendo como base ello, la última proyección que hicimos ya estimaba una caída de 10%. Ahora estamos levantando información con los productores porque prevemos que la caída será mayor”, indicó.
Sin embargo, un paliativo a la situación puede ser los buenos precios que ofrecen países como Estados Unidos, el cual es el principal destino de envíos con una representatividad de 46% al cierre de diciembre del 2023. Este país como consecuencia de un fenómeno natural también ha visto reducida su producción local de uva para esta temporada, por lo que su demanda de uvas fue mayor.
“La menor oferta local de Estados Unidos impulsó hacia arriba su demanda, por lo que en algunas semanas de la campaña el precio de la uva fue mejor que la de otros años. Este mayor precio puede compensar menos volumen”, explicó el experto.
Sin embargo, aclaró que la situación de Estados Unidos no se puede tomar como una premisa general, dado que es una situación temporal y no aplicable para todos los destinos de exportación.
Cabrera destaca que países como Sudáfrica, Australia, Chile y Brasil, que coinciden con la campaña peruana, podrían beneficiarse al despachar mayores volúmenes a los países compradores de uva. Subraya la importancia de evaluar el recambio varietal, sugiriendo que los productores migren a variedades de uva más resistentes frente a los cambios climáticos. Aunque el 70% de las variedades actuales son licenciadas, más productivas y de mejor sabor, existe un 30% de variedades tradicionales que podrían formar parte de este recambio. Entre las variedades licenciadas menos afectadas se encuentran Sweet Globe, Allison y Autumn Crisp.
Fuente: gestion.pe
