(Agraria.pe) La sequía en Chile está dejando cifras inquietantes en los registros de precipitaciones, que el sector agrícola está teniendo en cuenta en sus proyecciones para la campaña. “El sector frutícola para un año sin sequía podría haber exportado más de 7.100 millones de dólares. Sin embargo, creemos que la sequía hará caer este número cerca de un 8%, llegando a poco más de 6.500 millones. En tanto, solo las cerezas y las avellanas presentarán crecimiento, con muchos huertos entrando en producción, lo que incrementará los envíos al extranjero”, señaló el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Cristián Allendes Marín.
“Si buscamos un año similar al 2021 en cuanto a precipitaciones, el que más se acerca es el 2019, que fue uno particularmente seco”, dijo. En ese entonces, las exportaciones cayeron un 13% y el producto interno primario del sector silvoagropecuario completo descendió un 1,5%.
La crisis hídrica se intensifica en el centro y norte del país, donde diversas cuencas se encuentran en situación de alerta y en su peor escenario desde el año 2019. Allendes advierte de que, además, en las actuales circunstancias de falta de agua se puede dejar de contratar mucha mano de obra, afectando aún más la contratación del agro que ya se ha visto afectada por la pandemia, aunque considera que la agricultura o los agricultores están mejor preparados que 2019, un año particularmente duro para el sector, y el “impacto debería ser algo menor”.
“Los agricultores hemos sido resilientes a los diferentes escenarios del cambio climático. En este contexto, hemos trabajado constantemente para mejorar y mantener los sistemas de acumulación, conducción y riego intrapredial, revestimiento de canales, tecnificación, entre otros. Como este tipo de situaciones continuarán repitiéndose, debemos buscar acceso a fondos públicos y privados para continuar con estas soluciones de corto plazo”.
En el mediano y largo plazo, las autoridades deben agilizar las normativas para poder avanzar en obras medianas de acumulación, como embalses medianos, recarga artificial de acuíferos, investigación y explotación sostenible de napas subterráneas, desalación e incluso al trasvasije de agua, añade el experto. “Es urgente que el Estado se involucre más y haga inversiones para ayudar a neutralizar este gran problema que sigue en aumento”.
Según Allendes, de continuar la escasez de precipitaciones, las cuencas del río Copiapó hasta la Sexta Región y parte de la Séptima se verán afectadas y estarán en una situación complicada y de escasez desde este mes. “Aunque las lluvias de agosto ayudaron a llenar los suelos de agua, aguantar por más días el riego y acumular un poco de reservas, es insuficiente para el déficit hídrico acumulado y enfrentar todo el verano de riego de los productos agrícolas”, subrayó.
Fuente: bloomberglinea.com / Fresh Plaza