(Agraria.pe) La producción de uva de mesa del Perú va en crecimiento, y ya no estamos en un rango de 40 millones de cajas anuales como en las dos últimas campañas -mucho menos en las 30 millones que hubo hasta la campaña 2017/18-, sino que el sector proyecta superar la barrera de las 50 millones de cajas.
Manuel Yzaga, presidente de Provid, resaltó así los resultados de la publicación de proyecciones productivas del gremio, por lo que felicitó al sector ante un crecimiento sostenido que “demuestra lo que podemos hacer como industria, y para atraer divisas que beneficiarán al país a todos nuestros compatriotas en diferentes sentidos”.
El agradecimiento fue especialmente dirigido a los asociados de Provid por su activa participación y promoción en la formalización y sostenibilidad de la industria, aunque pidió estar atentos a los retos que hay por delante como las plagas y la comercialización.
Sobre el aspecto sanitario, recordó que el gremio trabaja de cerca con el Senasa pues es consciente que a mayor área cultivada y con más variedades nuevas cuyas sensibilidades están por descubrir, se necesita un manejo estricto para el control de, por ejemplo, la Mosca de la Fruta.
En el plano comercial, apuntó que Estados Unidos, referente para el sector y principal destino de las uvas de mesa peruanas, tiene un nivel de producción de 100 millones de cajas anuales, un volumen en el que Perú ya está al 50 por ciento. “Por ello, el crecimiento de nuestro sector podría traer una mayor contracción de precios de las ya vistas, sobre todo cuando se trata de arribos en destino, tras el tránsito por mar, con condición no óptima. Este es un tema que debemos considerar muy seriamente de cara al futuro de nuestra creciente industria”, refirió.
Hoy, el hecho es que el negocio está generando ingresos mayores a muchas familias en regiones productores de Perú, desde Piura hasta Arequipa, ponderó, dentro de un marco de seguridad y confianza gracias a la formalidad con la que se conduce. Este marco, estimó, es ideal para institucionalizar la industria de la uva de mesa en el país, un objetivo con el que Provid está comprometido junto a los productores con el fin de garantizar estándares no solo de formalidad sino de sanidad e inocuidad, que es lo que exigen los mercados del mundo. De esta manera se evita que en un futuro los compradores tengan que discernir entre los productores formales y los informales, los sostenibles de los no sostenibles, ya sea por consideraciones laborales, ambientales, o de manejo adecuado y responsable del agua, entre otros aspectos.
“Por lo antes expuesto, quería recordar a todos que, siendo este rubro tan sensible, sigamos trabajando con un claro enfoque de calidad y no solo de volumen. El incremento en costos y el potencial deterioro en precios podrían hacer que aquellas empresas que obtengan malos arribos de condición de fruta tengan problemas mayores”, concluyó.