Perú es el principal productor de papa en Latinoamérica, además es el país latinoamericano con mayor consumo per cápita. Precios del tubérculo subieron alrededor del 20% en el campo y consumo se ha diversificado ya que no solo se come como producto fresco sino también procesado.(Agraria.pe) En los últimos 15 años el sector papa en nuestro país ha sufrido cuatro acontecimientos que lo potenciaron, los cuales deben consolidarse para el desarrollo del sector, señaló el coordinador de proyectos de Latinoamérica y El Caribe del Centro Internacional de la Papa (CIP), Miguel Ordinola.
Estos factores son: Perú se convirtió en el primer productor de papa en Latinoamérica (4.5 millones de toneladas); es el país latinoamericano con mayor consumo per cápita (pasó de 60 a 85 kilos por persona al año); precios reales de papa crecieron alrededor de 20% en el campo; y el consumo del tubérculo se ha diversificado consumiéndose no solo en fresco sino también como producto procesado.
“Se debe potenciar este proceso y aprovechar para dar las políticas que lo consoliden y llegar al Bicentenario de la República (2021) con opciones claras de desarrollo de este sector, para eso hay retos que debemos superar”, indicó.
Incrementar rendimientosSeñaló que el gran reto del sector en general es el aumento de la productividad. En el caso de la papa el rendimiento nacional promedio oscila entre 14 y 15 toneladas por hectárea cuando en países cercanos como Colombia está por encima de las 20 TM/Ha y en países más lejanos como Holanda, Canadá y Estados Unidos están arriba de las 50 TM/Ha.
Detalló que el Minagri se ha puesto como meta llegar al 2021 con un rendimiento entre 18 a 20 toneladas por hectárea. Para lograr este incremento uno de los factores es el mayor uso de semillas certificadas o de calidad (hoy la tasa de uso de semilla certificada en el caso de la papa es menor al 1%), para eso hay que implementar mecanismos, ya sea una norma, para que el agricultor utilice estas semillas de calidad.
También se deben implementar alternativas para adaptarse al cambio climático que origina la aparición de nuevas plagas y enfermedades. En ese sentido, dijo que se deben manejar las pérdidas poscosecha, que es un factor importante porque el agricultor pierde rentabilidad. Además, el procesamiento es un tema importante para el aumento de la competitividad de la cadena productiva.
Diversificación de cultivosEn cuanto a la opción de diversificar cultivos de papa por otros productos y de esa manera evitar una abundante oferta (que provoca caída de precio), dijo que primero debemos contar con un buen sistema de información de siembras y cosechas para que el pequeño agricultor tenga elementos para tomar decisiones como por ejemplo saber el espacio físico que se va ocupar la campaña siguiente (intención de siembra).
Destacó que en el caso de la sierra no se debe olvidar que funciona la “rotación de cultivos”, donde a lo largo de diversas campañas se articulan una secuencia de cultivos que permiten tener buenos rendimientos, además de utilizar de mejor manera el suelo y adecuarse a las condiciones agroecológicas y climáticas.
“Se deben combinar dos cosas, el tema de información y también la posibilidad que se articulen sistemas agrícolas que complementan diversos cultivos (no sustituir) y eso articularlo a sistemas de consumo de estos productos tanto a nivel de zonas productoras como de mercados urbanos”, sostuvo.
Producto BanderaSobre la posibilidad de convertir la papa en Producto Bandera, Miguel Ordinola, señaló que para eso se debe contar con una oferta de calidad que permita satisface una demanda por un producto de calidad.
“Una vez que se entra a este concepto de producto bandera implica que se va a promover este producto a nivel internacional pero se debe asegurar que haya respuesta de oferta. Han habido iniciativas interesantes en otros productos donde declarándose Producto Bandera los potenció”, comentó.
Agregó que en el caso de la papa se puede trabajar con las variedades amarillas y nativas, asegurándose los conceptos de semilla de calidad, manejo integrado de cultivos, técnicas poscosecha, almacenamiento, procesamiento, entre otros. “También se debe crear una cultura exportadora en el pequeño productor de papa que por el momento no la tiene y que va tomar tiempo pero debe empezar a desarrollarse”.
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Exportación de papaSobre la posibilidad de exportar papa indicó que para ello se debe conocer las demandas específicas por tipo de variedad y conocer también las variedades que no existen en otros países para poder despacharlas con algún tipo de procesamiento.
Al respecto, puso como ejemplo las papas amarillas que se envían peladas precocidas y congeladas a Japón, Estados Unidos y España para atender a los peruanos que viven ahí pero además va generando una oferta interesante y se debe utilizar esa base para acceder a mercados de esas zonas.
También se debe enviar chips de papas nativas con certificación orgánica o de comercio justo (Fair Trade), en lo cual ya existe experiencia con despachos a Bélgica, Francia, Alemania e Inglaterra que son mercados que siguen creciendo. Además le daría buenas posibilidades a la pequeña agricultura de la sierra del Perú.
“Hay que ver esas posibilidades, potenciarlas, replicarlas y promoverlas con un concepto que Perú cuenta con esas variedades las cuales representan ventajas comparativas y puede convertirlas en ventajas competitivas para que se pueda desarrollar en los mercados internacionales”, finalizó.