(Agraria.pe) Investigadores convocados por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) coincidieron en que América Latina y el Caribe requiere elevar el acceso de los productores a tecnologías, establecer vínculos comerciales con nuevos mercados en desarrollo, proteger al medio ambiente y mejorar la calidad de los suelos para aumentar sus niveles de desarrollo y enfrentar los retos del sector agropecuario, tanto los preexistentes como los generados por la crisis sanitaria.
Valeria Piñeiro, coordinadora senior en Investigación del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI); León Kochian, director asociado del Instituto Global para la Seguridad Alimentaria de la Universidad de Saskatchewan; y Marcos Jank, profesor de Agronegocios Globales y coordinador del centro de investigación Insper de Brasil, expusieron los retos y las oportunidades asociadas a la seguridad alimentaria global.
“Debemos mirar los puntos calientes de seguridad alimentaria en todo el mundo porque existían regiones con problemas previos a Covid-19 y están empeorando con la situación actual. Notamos un gran desequilibro en el nivel de excedentes entre las diferentes regiones del planeta y debemos tener en cuenta los impactos sociales de esta situación”, expresó Piñeiro.
De acuerdo con los panelistas, la llegada de la pandemia generó oportunidades de negocios para las Américas por ser una región privilegiada para producir alimentos, pero esto, sumado al rápido crecimiento de la población, también genera riesgos para la seguridad alimentaria.
“En Brasil hemos crecido muchísimo en exportaciones. En Latinoamérica tenemos un vínculo comercial muy importante con Asia y en especial con China, van adquiriendo mayor interés hacia nuestros productos”, explicó Marcos Jank.
Pero agregó: “Tenemos un gran potencial y un gran reto en el futuro por el incremento en la población. Tener acceso a una dieta saludable puede ser muy costoso en países de Asia y África, donde una sana alimentación puede consumir el 70% de los recursos”.
En las Américas existen avances científicos concretos que evidencian su amplio potencial como productor de alimentos y generador de soluciones. En cuanto a la salud de los suelos, se han realizado avances.
De acuerdo con León Kochian, de la Universidad de Saskatchewan (Canadá), 40% de los suelos del mundo son altamente ácidos y están contaminados con elementos tóxicos que dañan las raíces de los cultivos.
“Hemos integrado el secuenciamiento de algunas plantas y hubo grandes avances en la tolerancia a esos elementos y hoy podemos identificar las variantes más tolerantes en campos de Brasil y África. Podemos secuenciar el ADN de las plantas para recuperar y mejorar cultivos que son mucho más nutritivos que los principales productos que se cosechan en el mundo”, expresó el investigador.
“Tenemos que continuar mejorando los suelos para dar más oportunidades a agricultores y consumidores. Esto es un ejemplo de la producción utilizando tecnologías avanzadas”, añadió.
Cambios necesarios
“La seguridad alimentaria es un tema prioritario para el Instituto y todos sus estados miembros, no se trata únicamente de una cuestión de disponibilidad y comercio nacional de alimentos; hoy millones de personas siguen desnutridas, con grandes diferencias entre países y dentro de los propios países”, afirmó el director general del IICA, Manuel Otero.
Para reducir estas brechas, León Kochian consideró que se requieren cambios para dotar a las poblaciones rurales del hemisferio de avances tecnológicos que hagan diferencias sustanciales en qué, cómo y cuánto se produce.
“La historia de la agricultura es la historia del descubrimiento y la innovación, pero estas innovaciones no están llegando con la suficiente celeridad a la pequeña agricultura”, manifestó.
Otro de los puntos que se identificó como crítico es el acceso a recursos suficientes para la producción de alimentos.
“La volatilidad en las tasas de cambio y el poco acceso a créditos restan competitividad. El Banco Mundial estima que habrá una caída muy seria de la economía en la región en los próximos años y necesitamos acceder a alimentos de calidad para abastecer las necesidades de nuestros pueblos”, dijo la investigadora Valeria Piñeiro.
“En América Latina y el Caribe estamos acostumbrados a los shocks de corto plazo, tenemos que garantizar que los productores puedan tener acceso a insumos a través de la colaboración entre sector privado y público por el bien de los productores y los consumidores. La agricultura es el mayor reto en la cadena agroalimentaria”, mencionó Marcos Jank, del Instituto Insper de Brasil.