(Agraria.pe) De forma cíclica, las campañas de los principales productos hortofrutícolas en el Perú tienen que afrontar los retos que impone el clima, ya que eventualmente suceden fenómenos como El Niño, que afectan la productividad. El 2023 es uno de esos años, pero a pesar de ello, se estima que los volúmenes de exportación serán positivos y en el mediano plazo se regularicen para seguir creciendo a buen ritmo. Orlando Dolores Salas, director de sanidad vegetal del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), comparte las siguientes definiciones sobre las campañas de cultivos clave en la actualidad y su perspectiva futura.
Arándanos: En la actual campaña, las exportaciones están cerca de las 63.000 toneladas (a agosto de 2023), menor al año anterior en el mismo período, hay un impacto de las temperaturas altas, lo que ha ocasionado ligeros retrasos, pero con la visión de que en los próximos meses debe mejorar (el año pasado se exportaron cerca de 280.000 toneladas en fresco). Un aspecto relevante son los mercados de destino, EE.UU., Europa y China, que representan el 97% de nuestras exportaciones; 53%, 31% y 13% respectivamente. Para Dolores Salas, el estimado de esta campaña (que va de junio a marzo) es cerrar en unas 260.000 a 270.000 toneladas, cerca de las cifras de la anterior.
Uva de mesa: Esta temporada, la falta de frío afecta la fisiología del cultivo y se prevé que el impacto se verá a inicios de la campaña (que se extiende de septiembre a marzo). El vocero del Senasa estima sin embargo que se podrá llegar a un volumen estandar de exportaciones que bordee las 554.000 toneladas (hacia agosto de 2023 estaba en 271.000 toneladas). Será clave cómo se trabaje en el cuidado de los cultivos y la evolución de las condiciones del clima.
Palta: Ya prácticamente culminó la campaña (que va de marzo a septiembre), el volumen de exportación a principios del mes pasado era de 582.000 toneladas exportadas, lo que estaba cerca del nivel alcanzado en el año anterior (585.000 toneladas). Este decrecimiento se debió al golpe que significó el ciclón Yaku a inicios de 2023 en las plantaciones del norte, que fueron inundadas y de frutos de menor calibre. Es destacable que la producción se extienda de la costa a la sierra, lo que permite tener palta casi todo el año, sin embargo, el pico de producción se mantiene de marzo a agosto.
Mango: El cultivo no ha mostrado buena floración esta temporada por las condiciones de alta temperatura, lo que impactará fuertemente la producción esta campaña (que va de octubre a marzo), advierte Dolores Salas. “Con la baja producción de esta fruta, se prevé que los precios serán altos en la próxima campaña, algunos productores usan reguladores para mejorar la floración, sin embargo, se observa que los campos tienen una floración promedio de 10 a 15%; se estima que podríamos tener una baja aproximadamente del 50%”, pronostica.
Espárrago: Ya en el lado las hortalizas, la autoridad sanitaria explicó que el espárrago tiene un punto por superar en Estados Unidos, exportar sin fumigación en punto de ingreso, cuyo objetivo esperamos lograr este año 2023, el cual permitirá mejorar la vida útil del espárrago en el mercado destino; debido a que la fumigación reduce su vida en anaquel.
La Unión Europea ha emitido una norma de emergencia, el cual regula la plaga Spodoptera frugiperda, para lo cual el Senasa y el gremio exportador viene trabajando en la búsqueda de soluciones. Perú exporta normalmente unas 120.000 toneladas de espárrago fresco, del cual un 70% se va a EE.UU., y el resto a Europa, que está exigiendo certificación sanitaria. Este año ya se han certificado 17.000 toneladas de este producto.
Jengibre: Otra hortaliza que cobró relevancia reciente para el Perú, en el contexto mundial de la pandemia, fue el jengibre (o kion), que empezó a exportarse en grandes volúmenes por sus efectos benéficos para la salud. El año pasado, Perú exportó 48.390 toneladas, y en lo que va de 2023 ya está en 42.892 toneladas. Además, el Senasa está aplicando una regulación más estricta, con certificaciones de las plantas empacadoras para evitar incidentes sanitarios en destinos relevantes como Europa.