En la agricultura peruana se siguen manteniendo importantes brechas de innovación (lo que impacta de manera directa en la productividad). Según un estudio realizado por Apoyo Consultoría (2018), de un total de 32 productos o servicios evaluados, 25 de ellos enfrentaban una brecha superior a 75% y en 17 la brecha era superior al 90%. La menor brecha se presentaba en productos agrarios que incrementan el rendimiento, como fertilizantes (42%) y pesticidas (45%), variando la composición de la brecha de forma considerable según el tipo de producto o servicio.
La reciente publicación de los resultados de la Encuesta Nacional Agropecuaria 2022 (INEI-MIDAGRI) nos aporta algunos elementos para explicar cómo se han comportado algunas de las variables que tienen relación con la presencia de estas brechas entre el 2014 y el 2022.
Se encuentra que el porcentaje de productores(as) que recibieron capacitación se ha reducido, de 15,9% en el año 2014 a 6,6% en el año 2022. Si se observan estas cifras a nivel regional, se encuentra que para el año 2022, el porcentaje de productores(as) que no recibieron capacitación es igual o mayor al 90% en todo el territorio nacional, a excepción de la Selva, región en la que el porcentaje de quienes recibieron este servicio es del 10,8%. En general, se encuentra una tendencia a la disminución.
Por el lado de la asistencia técnica, la referida encuesta indica que para año 2022, el 3,8% del total de productores(as) manifestaron haber recibido asistencia técnica (en el año 2014, el valor fue de 9,2%, lo que evidencia una disminución).
Asimismo, se indica que el año 2022, el 40,2% de productores(as) se encuentran en el rango de 60 y más años de edad y es el grupo más importante dentro de la composición de grupos etarios. En contraste el grupo de menores de 30 años representa el 1,9% del total. En los niveles de educación, se observa que más del 50,0% de productores(as) solo cuentan en la actualidad con educación primaria y el porcentaje de productores(as) sin ningún tipo de educación formal ha sufrido una disminución sostenida durante el periodo de estudio, pasando de 14,8% en el año 2014 a 11% en el 2022.
La asistencia técnica y la capacitación de los productores (principalmente de los más pequeños) son componentes esenciales para el desarrollo sostenible del sector agrario peruano, ya que son una base para la adopción de tecnologías innovadoras y la adaptación a los desafíos cambiantes, como el cambio climático y la variabilidad de los mercados. Las iniciativas ligadas a estos conceptos se deben a orientar a mejorar la productividad, la calidad de los cultivos y la calidad de vida de los agricultores, al tiempo que promuevan la sostenibilidad y la competitividad en un sector crucial para la economía del país. Estas acciones implican la transferencia de tecnología agrícola, buenas prácticas agrícolas y capacitación en temas como manejo de suelos, riego, control de plagas y enfermedades, diversificación de cultivos y acceso a mercados y deben ser claves para sostener un aumento sostenido de la productividad agrícola en el Perú.
Se pueden tomar en cuenta algunos elementos que permitan ampliar la cobertura y calidad de estos servicios: i) Enfoque en las necesidades locales: deben adaptarse a las necesidades específicas de cada región (incluyendo variables como la edad y la educación); ii) Promoción de la agricultura sostenible: fomentar prácticas agrícolas sostenibles, como la agricultura orgánica, el uso eficiente del agua, la conservación del suelo, la preservación del medio ambiente y la biodiversidad; iii) Mejora del acceso a la tecnología: facilitar el acceso de los agricultores a través de tecnologías digitales; iv) Promoción de la innovación: estimular la adopción de prácticas y tecnologías innovadoras (por ejemplo, la agricultura de precisión y el uso de drones); v) Fortalecimiento de la organización: para acceder a recursos y servicios de manera más efectiva; vi) Desarrollo de habilidades empresariales: como la gestión financiera y la comercialización que mejoran su capacidad de negociación con el entorno; vii) Coordinación interinstitucional: entre diferentes organismos gubernamentales, ONGs y el sector privado; viii) Promoción de la investigación agrícola: apoyar la investigación agrícola local y nacional puede generar soluciones innovadoras y basadas en evidencias.
El sector agrario del Perú puede mejorar su productividad, sostenibilidad y resiliencia, a partir de las mejoras de la cobertura y calidad de estos servicios, con el objetivo de beneficiar tanto a los agricultores como a la economía nacional.