(Agraria.pe) “Tendrenos pérdidas debido a que la planta no puede retener tantas frutas por la falta de agua. Es una situación complicada”, dice Yerson Ortega Mogollón, jefe del Fundo Vinchamarca, uno de los más grandes e importantes en cultivo de palto y mango del distrito de Moro, región Áncash. La crisis del déficit hídrico es generalizada en toda esa zona agroexportadora del Perú y afecta tanto a productores de la costa como de la sierra.
Sedir ha recorrido en varias oportunidades diferentes campos de Moro, Cáceres del Perú-Jimbe, Pamparomás y ha constatado que los productores hacen lo que pueden, como buscar agua subterránea, para evitar que el estrés hídrico termine matando a las plantas.
“Estamos ayudando a la planta con algunos estimulantes para que el agua que llega al suelo se aproveche de la mejor forma. No retiramos el mulch (capa orgánica que cubre el suelo) ni la brosa (conjunto de hojas y ramas) de la planta para mantener el suelo húmedo y a buena temperatura”, agrega Ortega Mogollón.
Las lluvias tendrían que haber caído desde septiembre pasado y en la última semana se ha notado la presencia de algunas precipitaciones, pero de manera esporádica. El Servicio Nacional de Metereología e Hidrológica del Perú (Senamhi), informó que octubre de 2022 fue uno de los meses más secos del país en los últimos 58 años.
La falta de lluvia también afecta la agricultura familiar y de autoconsumo e, incluso, algunos productores de la zona sierra consideran migrar a otros lugares debido a la falta de agua.
Plagas
Sedir también alertó de la presencia de algunas plagas y enfermedades producto de las bajas temperaturas del último invierno. Plagas como Cladosporium y Oídium que afectaron el desarrollo de plantas y la producción de frutos. Además, el clima anómalo generó la presencia de mamguillo, lo que perjudica la cosecha de fruta de exportación.