(Agraria.pe) El principal cliente exterior de los agricultores españoles es la Unión Europea, que acaparó el 83% del total de las frutas y hortalizas exportadas por ese país en 2023, con 9.4 millones de toneladas. Sin embargo, esta situación de dependencia no gusta al sector, que busca un giro, apostando por otros mercados extracomunitarios, como China o Arabia Saudí, que le permitan diversificar.
En los últimos años, los cultivos españoles hortofrutícolas se han visto afectados por factores como la falta de recursos hídricos, una climatología adversa, con pedrisco o repetidos episodios de calor, y el incremento de los costes de producción.
Todo ello ha afectado a la robustez de un sector que también ha sufrido el incremento de la entrada de productos de terceros países; en total, las importaciones en España crecieron en 2023 un 7% en volumen y un 19% en valor, según los datos oficiales, recogidos por EFE.
También han crecido a nivel europeo: los países de la Unión Europea están registrando un alza de la presencia de producto extracomunitario.
Por ejemplo, la importación de tomate de países extra europeos ha subido más de un 13% durante en esta campaña, respecto a la media de las últimas cinco, mientras que las importaciones de países de dentro de la UE han caído un 9% durante este mismo periodo.
Más productos extracomunitarios
Estas cifras hacen que la distribución de las importaciones según el lugar de procedencia esté virando hacia un incremento de la presencia de producto de fuera de la Unión.
Asimismo, las perspectivas del sector a nivel nacional son buenas, pues durante el primer semestre del año el comportamiento de la exportación española ha mejorado: las ventas a otros países superan los 6,6 millones de toneladas y un valor de € 10.000 millones.
En este contexto el sector busca apostar por diversos mercados extra comunitarios, en los que factores como su geografía -con producciones de contra estación- y su crecimiento demográfico los hacen atractivos de cara a aumentar las exportaciones.
Esta semana, exportadores, empresas y diferentes instituciones han expuesto los retos y perspectivas del sector con estos mercados. Se ha puesto de relieve que la situación actual con muchos de estos mercados es de retroceso en las relaciones comerciales debido a la pandemia de la Covid-19, que provocó una bajada en las importaciones y un aumento en los aranceles.
Es el caso de Arabia Saudí, donde las importaciones han caído desde 2019 de hasta un 72% en volumen debido al aumento de los aranceles por parte del país de Oriente Medio y China, que aplica un arancel promedio del 12.9% para las frutas y hortalizas y donde el mercado español no ha conseguido reposicionarse tras la pandemia.
Otro de los mercados con proyección es Brasil, pendiente aún del acuerdo de asociación de la Unión Europea con Mercosur.
A pesar de los aranceles y las trabas logísticas, el sector hortofrutícola ve con buenos ojos el aumento del comercio con estos dos países y China, tres gigantes con una población al alza y, por ende, con más demanda interior de frutas y hortalizas.
Fuente: eleconomista.es