(Agraria.pe) Un estudio reciente publicado en Nature Food revela que 1.3 millones de hectáreas de la Tierra están dedicadas al cultivo en invernadero, distribuidas en 119 países, con China en el primer lugar del ranking, seguido por España. Este análisis, llevado a cabo por investigadores de varias instituciones internacionales, destaca el rápido crecimiento de la agricultura en invernadero, especialmente en países de ingresos bajos y medios del sur global.
La investigación utilizó algoritmos de aprendizaje profundo y nuevas fuentes de imágenes satelitales para mapear la extensión del cultivo en invernadero, y reveló que la superficie es casi tres veces mayor que las estimaciones previas. China domina este sector con el 60.4% de la superficie total, seguida por España (5.6%), Italia (4.1%), México (3,3%), Turquía (2.4%), Marruecos (2.3%), Corea del Sur (1.8%), Japón (1.7%), Países Bajos (1.4%) y Francia (1.3%). Se observa un estancamiento en la expansión de invernaderos en el hemisferio norte, mientras que en Asia, África y América Central y del Sur continúa el crecimiento. De hecho, los invernaderos en el sur representan 2,7 veces más superficie que en el norte.
Xiaoye Tong, de la Universidad de Copenhague y primer autor del estudio, señala que "el cultivo en invernadero se ha convertido en un fenómeno global y todo indica que seguirá expandiéndose. Sin embargo, hasta ahora, este fenómeno está pasando rápidamente desapercibido y tenemos grandes lagunas en nuestro conocimiento de la dinámica que impulsa este fenómeno". El estudio sugiere que el liderazgo de China podría estar relacionado con su desarrollo socioeconómico y la demanda de productos frescos por parte de una población urbana en crecimiento.
"El auge en China parece estar estrechamente relacionado con su fuerte desempeño económico durante la última década y el aumento de una población urbana con poder adquisitivo que demanda tomates, pepinos y otros tipos de frutas y verduras frescas. Al mismo tiempo, los agricultores que de otro modo no podrían financiar esta forma de cultivo, recibir subsidios gubernamentales y apoyo para construir invernaderos y aprender técnicas de cultivo", indica Tong.
Los investigadores también advierten sobre las consecuencias ambientales y sociales del cultivo en invernadero, especialmente en el sur global, donde puede contribuir a la sobreexplotación de recursos hídricos, contaminación y degradación del suelo, entre otros problemas. Marianne Nylandsted Larsen, coautora del estudio, enfatiza la necesidad de investigar más sobre estos impactos y la importancia de considerar la regulación política del sector. "En los países de ingresos bajos y medios, que representan entre el 70% y el 80% de la superficie total, falta regulación del cultivo en invernadero. Es necesario abordar este problema", recalca Tong.
Fuente: Fresh Plaza / eleconomista.es