En los últimos 20 años, los países con las tasas más altas de inversión en las explotaciones agrícolas han hecho los mayores progresos por reducir el hambre a la mitad, sin embargo para poder erradicarlo requerirá de un aumento sustancial en el nivel de inversión pública
Por: José Carlos León Carrasco
Lima, 07 Diciembre 2012 (Agraria.pe) Según el informe “El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2012”, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), señala que invertir en la agricultura es claramente rentable al mismo tiempo que reduce el hambre y la pobreza.
En ese sentido, representantes de la entidad mundial, destacaron que en los últimos 20 años, los países con las tasas más altas de inversión en las explotaciones agrícolas han hecho los mayores progresos por reducir el hambre a la mitad, sin embargo para poder erradicarlo requerirá de un aumento sustancial en el nivel de inversión pública.
Al respecto, indicaron que en el informe se muestra cómo campesinos de países de bajos y medianos ingresos invierten más de US$ 170,000 millones al año en sus producciones (un promedio de US$ 150 por agricultor), lo que representa tres veces más que todas las demás fuentes de inversión juntas, cuatro veces más que las contribuciones del sector público y más de 50 veces la ayuda oficial al desarrollo que reciben los países.
Igualmente, el estudio resalta que en muchos países de bajos y medianos ingresos, los campesinos cuentan a menudo con pocos incentivos para invertir, debido a que existen muchos factores que pueden reducir drásticamente estos incentivos, como la gobernanza inadecuada, la ausencia del Estado de derecho, alto niveles de corrupción, prácticas comerciales arbitrarias, altos impuestos al sector, inadecuada infraestructura, entre otros.
A esto hay que sumarle que los pequeños campesinos se enfrentan a limitaciones específicas y graves, que a menudo incluyen la pobreza extrema, derechos de propiedad débiles y la falta de acceso a los mercados y servicios financieros.
Donde debe invertir el Estado
El estudio insta a los gobiernos (segunda fuente de inversión en la agricultura), a destinar fondos públicos hacia áreas favorables para el crecimiento agrícola y la reducción de la pobreza, como la investigación y el desarrollo agrícola, la infraestructura rural y la educación.
“La experiencia en muchos países demuestra que la inversión en estas áreas a menudo tiene rendimientos mucho más altos que el gasto en subsidios para insumos agrícolas, como fertilizantes. Si bien estos subsidios pueden ser populares a nivel político, por lo general no ofrecen los mejores rendimientos”, aseveraron los representantes de la FAO.
Recomendaciones del informe
El informe, “El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2012”, recomienda que para fomentar la inversión de los pequeños campesinos, el gobierno y sus socios deben ayudarlos a movilizar sus propios recursos y de esa forma obtener acceso al crédito, fortalecer las organizaciones de productores para estar preparados frente a los riesgos, proporcionar mejores accesos al mercado, así como el desarrollo de políticas de protección social, entre otras.
Además hace un llamado a los gobiernos, organizaciones internacionales, sociedad civil y las empresas inversoras para garantizar que las grandes inversiones en agricultura -como la adquisición de tierras por empresas y fondos privados-, sean transparentes, responsables, socialmente beneficiosas y sostenibles para el medio ambiente.