La citricultura peruana es, sin duda alguna, uno de los sectores más dinámicos del sector agroalimentario de Perú. Atendiendo a los recientes datos ofrecidos por la Asociación de Productores de Cítricos del Perú (Procitrus), los principales cítricos de exportación para el Perú son las mandarinas, que representan el 80% de estos envíos (160.000 toneladas aproximadamente); seguidos de los limones y las limas, que tienen un 20% de participación (unas 22.000 toneladas); las naranjas (12.000 toneladas) y las toronjas (entre 1.000 y 1.500 toneladas).

Es evidente, que los cítricos peruanos se caracterizan por tener una gran dimensión internacional, y actualmente son exportados fundamentalmente tanto a Estados Unidos, La Unión Europea y a China. Pero el sector citrícola peruano también ha puesto sus miras en otros mercados, que son muy interesantes comercialmente, como son India, Filipinas y Vietnam, cuya apertura se espera para este mismo año.

Es evidente que, la crisis del COVID 19 ha afectado al sector agroalimentario en su conjunto, pero el dinamismo de la industria citrícola peruana y su gran capacidad exportadora, son dos cualidades, que lo han hecho que afronten esta pandemia con mucha competitividad.

Desafíos

Los principales desafíos a los que se enfrenta la citricultura peruana pasan por consolidar sus canales de distribución en el mercado asiático y Medio Oriente, así como fomentar más las relaciones comerciales con la Unión Europea, y será de máxima prioridad, impulsar también las exportaciones a Rusia, que se perfila como un mercado muy atractivo para los cítricos peruanos.

Además, sería importante destacar que los cítricos de Perú apuestan claramente por ser sustentables y, evidentemente, la producción orgánica va teniendo cada vez mayor peso en la producción citrícola, por eso en los próximos años, ambos factores serán fundamentales para el éxito del sector citrícola peruano en los mercados internacionales de todo el mundo.