COLUMNA DE:
Miguel Ordinola

Miguel Ordinola

Secretario Ejecutivo-Alianza de Aprendizaje Perú - Docente de Post Grado de la Pontificia Universidad Católica del Perú
17 noviembre 2022 | 09:33 am Por: Miguel Ordinola

La productividad y la promoción de innovaciones en la agricultura peruana

La productividad y la promoción de innovaciones en la agricultura peruana

Recientemente se ha publicado un informe del Banco Mundial “Peru Systematic Country Diagnostic Update” (https://openknowledge.worldbank.org/handle/10986/38187), que señala la idea que el crecimiento económico y la reducción de la pobreza de Perú se han desacelerado notablemente después del final del auge de las materias primas.

Esta situación se relaciona con dos desafíos estructurales principales que tiene el país: la baja productividad en los sectores productivos (especialmente en el sector agrario) y la persistencia de grandes disparidades geográficas en los resultados de desarrollo. El primero está asociado con una baja adopción de tecnología e innovación y la segunda dificulta que determinados grupos de población superen la pobreza dada la mala calidad de los servicios y oportunidades en diversas regiones del país.

Se señala que por el lado de la innovación se sigue constatando que es limitada en el Perú, lo que está asociado a la baja inversión en investigación y desarrollo (I+D).   Entre 2002 y 2020, el gasto en I+D fue solo del 0,1 % del PBI, muy por debajo del promedio del 0,7 % para América Latina y del 1,2 % para los países de ingresos medianos altos. Las empresas peruanas (incluyendo las del sector agrario) invierten en promedio el 2,5 por ciento de sus ventas en innovación, mientras que en Chile se invierte el 3,5 por ciento. Asimismo, la adopción de tecnología, que es una forma de acercarse a la frontera de la innovación, es escasa. Un factor importante se refiere a las limitaciones a las que se enfrentan las pequeñas y medianas empresas para adoptar habilidades y nuevas tecnologías.

Las evaluaciones internacionales de innovación ubican a Perú en la mitad inferior de las clasificaciones y enumeran el acceso a la infraestructura, las condiciones para la inversión en capital de riesgo y la difusión del conocimiento como los obstáculos más problemáticos para la innovación. Esto podría estar reflejando un desajuste entre los costos para innovar, por un lado, y la pequeña escala de las empresas y su acceso a financiamiento y tecnología, por el otro.

En este marco, en el sector agrícola es necesario abordar muchos desafíos para aumentar productividad, resiliencia al cambio climático y sostenibilidad. Si nos centramos en el sector agrario, el gasto público en investigación y transferencia de tecnología en Perú asciende a alrededor del 0,17 por ciento del PBI agrícola, muy por debajo del promedio de América Latina (1,14 por ciento). La transferencia de tecnología a través de la prestación de asistencia técnica (pública y privada) llega solo al 12 % de los agricultores. La provisión de servicios de sanidad agropecuaria (vegetal y animal) así como la inocuidad de los alimentos ha avanzado significativamente en la región Costa, pero aún falta en las regiones Sierra y Selva.

Tomando como base un análisis de fronteras de productividad se encuentra que, si bien muchos factores pueden influir sobre la eficiencia productiva del sector agro, los tres factores transversales con el mayor potencial de mejorar la eficiencia productiva en las tres regiones naturales del país y para los diversos tipos de productores de la agricultura peruana son los siguientes: (i) el acceso a servicios de extensión y asesoría, (ii) el acceso al crédito y (ii) la educación. Como base para impulsar este proceso se necesita implementar esfuerzos para crear capacidades de innovación dentro del país (principalmente en las regiones), con el fin de estimular el uso de mejores tecnologías relevantes para el contexto geofísico y de cultivos de la costa, sierra y selva. El fortalecimiento de la capacidad innovadora tendrá que complementarse con mejoras en la entrega eficiente de la asistencia técnica, a través del despliegue de redes de extensión.

Promover el crecimiento de la productividad en el sector agrícola peruano y garantizar la competitividad de los agricultores y ganaderos peruanos dependerá mucho de la capacidad de innovar que tengan los diversos actores participantes del sistema agroalimentario.

En ese sentido, se deben fortalecer los sistemas de innovación agrícola (principalmente a nivel regional), promoviendo una articulación concreta entre el sector público y el sector privado con orientación al mercado y con una lógica de cadena de valor. Se deben identificar las restricciones en las regiones rezagadas y facilitar alianzas productivas teniendo como eje la innovación, para vincular a los pequeños productores a diferentes mercados de mayor exigencia de manera sostenible. Los grandes objetivos a plantearse tienen que ver con mejoras en la productividad, la reducción de la pobreza, la seguridad alimentaria y la resiliencia climática en las zonas rurales.