12 agosto 2020 | 09:57 am Por: Redacción

Análisis

Uva de mesa: ¿cómo se reparte el gran negocio de la producción austral?

Uva de mesa: ¿cómo se reparte el gran negocio de la producción austral?
Perú ha sabido afianzarse en este negocio, donde Chile siempre fue un primer protagonista que ahora enfrenta dificultades, y otros como Brasil y Argentina se eclipsaron.

(Agraria.pe) La campaña austral de uva 2019-20, fue la primera que sintió los efectos de la pandemia. Gracias a una rápida adaptación de los países australes a las nuevas circunstancias se logró finalizarla con un nivel de exportaciones similar al de otros años. Cuando se analiza la campaña asombra el fuerte avance de las variedades patentadas sobre las clásicas, cuya participación se redujo sensiblemente. Por parte de los proveedores continúa el crecimiento de Perú, se afirma Sudáfrica, mientras que Chile se retrajo dada un clima adverso e inconvenientes políticos y comerciales que surgieron.

Se mantiene en 1.3 millones de toneladas
En los últimos años la exportación austral de uva de mesa se ubicó alrededor de las 1.3 millones de toneladas, siendo la primera fruta exportada por el hemisferio sur. En 2019/20 se exportaron 1.315 millones de toneladas.

Mientras que en la última década el volumen solo registró un leve incremento, sí hubo un gran cambio entre los participantes. Chile es el gran gigante de la uva, el que se inició en este negocio y que es el indiscutible número uno. Pero sus exportaciones, así como su importancia, se han reducido en los últimos años. De aportar cerca del 70% del total exportado por el hemisferio sur, pasó en los últimos años al 50% y en 2019/20 incluso cayó al 45%.

Problemas climáticos, estructurales, así como comerciales, complicaron el negocio de la uva chilena. También hubo otros perdedores; aunque nunca tuvieron una incidencia tan grande; esto fue Brasil y Argentina. Brasil redujo sus exportaciones, volcándose más al mercado interno, mientras que en Argentina problemas productivos, climáticos y una política poco amigable, llevaron a que desapareciera como proveedor de importancia mundial.

Como gran ganador surge en primer lugar Perú. Pasó de ser un proveedor menor hace diez años, a aportar actualmente casi un tercio de la uva austral. El éxito lo logró gracias a la suma de factores positivos: clima favorable, disponibilidad de agua, posibilidad de hacer grandes inversiones y una política abierta al comercio mundial. Actualmente la uva es la primera fruta exportada por Perú.

El tercer proveedor austral, Sudáfrica, supo afianzarse en este negocio y registrar incluso un leve crecimiento en sus exportaciones.

Chile: complejo escenario
Fue una campaña muy difícil. Ya los pronósticos iniciales no fueron los mejores, dado que Chile venía sufriendo una de sus peores sequías. A pesar de que se realizó un uso racional del agua, se registraron mermas, tanto en cantidad, como calidad. A esto se sumaron dos eventos totalmente inesperados: al iniciarse la campaña un estallido social redujo la disponibilidad de mano de obra y afectó la logística; al finalizar la campaña surgió el Coronavirus que complicó seriamente el comercio con China, para luego trasladarse a los otros mercados del norte.

A pesar de esto se llegó a exportar alrededor de 600.000 toneladas, volumen solo levemente inferior al año previo. Las nuevas variedades y mejoras en la conducción lograron compensar parcialmente la merma por la sequía.

El principal mercado continúa siendo Estados Unidos, que tradicionalmente recibe la mitad de las exportaciones. Las empresas chilenas tienen una larga tradición y experiencia en el mercado norteamericano y fuertes lazos comerciales con los importadores y grandes cadenas minoristas. Esto no se ha modificado sustancialmente durante los últimos años. Mayor movimiento hubo en los otros destinos. Chile se retiró parcialmente de Europa, teniendo importancia solo hacia el final de la campaña. También Rusia ya no compra los volúmenes de otros años. Pero en contraposición creció Chile en Asia, continente al cual envía un tercio de sus envíos.

Con respecto a las variedades, dejó su dependencia de la Thompson y Flame Seedless. Estas aportaron hace 10 años el 40% de los envíos y actualmente solo lo hacen en un 18%. Se mantuvo la participación de Crimson y Red Globe, que en 2019/20 aportaron el 22% y 25%. Los ganadores son las patentadas, cuyas exportaciones se duplicaron durante el último año. A pesar de este avance, Chile fue de los países australes que tardó más en incorporarlas.

Perú: marcado vuelco hacia las patentadas
En la campaña 2019/20 Perú alcanzó un nuevo récord exportador, al alcanzar casi las 400.000 toneladas. Con esto se afianza cada vez más como gran proveedor de uva. Parte del éxito fue el fuerte vuelco de su producción hacia las nuevas variedades. Inicialmente era el gran productor de Red Globe, variedad que aportaba el 80% de las exportaciones. Pero gracias a un gran esfuerzo de reconversión dejó la dependencia con la Red Globe, la cual actualmente solo aporta un tercio de las exportaciones. Dentro de las clásicas adquirió cierta importancia la Sugraone y Crimson. Pero las grandes ganadoras son las patentadas como la Sweet Globe, Sweet Celebration, Jack´s Salute, Timpson o Allison. La exportación de las mismas se incrementó en un 30-90% durante el último año. Estas 5 aportaron en 2019/20 el 24% de los envíos, a lo que hay que sumar la participación de las patentadas de menor incidencia.

Dentro de los destinos se observa un aumento de la participación de Estados Unidos y en segundo lugar el Lejano Oriente como mercado destino. Europa y Latinoamérica mantienen su importancia, mientras que se redujo la de Rusia.

Sudáfrica: vuelco hacia las rosadas
El negocio de la uva sudafricana se ha recuperado luego de dos años complicados por cuestiones climáticas y comerciales. A pesar de lluvias durante la cosecha en la región norte y algunos retrasos, la temporada se desarrolló favorablemente. La campaña finalizó con una exportación levemente por encima de las 280.000 toneladas y un 19% por encima de 2018/19.

También en este caso se observa una tendencia muy marcada al cambio de variedades. Cuando se inició el negocio de la uva de mesa del hemisferio sur, Sudáfrica disponía principalmente de uvas con semilla. Hace 10 años casi la mitad de sus exportaciones correspondían a uvas blancas, rosadas y negras con semilla. Esto ha cambiado radicalmente, no solo que se volcó a pleno a las sin semilla, sino también incorporó a las patentadas. Actualmente solo el 6% de sus envíos corresponden a uvas con semilla. Algo más de la mitad corresponde a sin semilla tradicional y más de un tercio a patentadas. Dentro de los colores de la uva también hubo un fuerte cambio hacia las rosadas sin semilla, en desmedro de la blanca. Hace 10 años exportaba un 50% de blancas, 25% rosadas sin semilla, 10% Red Globe y 15% de negras; actualmente los porcentajes son 32% blancas, 49% rosadas sin semilla, 3% Red Globe y 16% negras.

Con respecto a los destinos, a pesar de los esfuerzos realizados, continua con una fuerte dependencia con el mercado europeo. El 75% de sus envíos se dirigen a Europa. Esto no se ha modificado sustancialmente durante los últimos años. Destinos menores son Asia, Norteamérica y Rusia.

Fuente: Portalfrutícola

 

Etiquetas: uva
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