(Agraria.pe) Al cierre de 2023, el sector agrícola marcó uno de sus peores resultados. La producción agrícola registró una caída de 4%, su desempeño más bajo en tres décadas, afectado principalmente por factores climatológicos. Este 2024, aun cuando el factor clima, felizmente, no incidió como se esperaba, el sector no muestra resultados de recuperación de manera contundente. Una muestra de esto es la caída continúa del empleo formal.
Gabriel Amaro, presidente de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), brinda detalles sobre la recuperación del sector, cómo se ha afectado la producción agrícola, la necesidad de una nueva ley agraria que atraiga mayores inversiones y también de impulsar la pequeña agricultura. Además, comenta los nuevos productos de exportaciones peruanas.
¿Cómo observan el avance del sector luego de un 2023 crítico?
Felizmente, este año no hubo un fenómeno de El Niño costero fuerte como se esperaba. Pero, se dieron cambios en el clima que afectaron a las plantas, además del estrés del año pasado. En las exportaciones, hubo una caída bien importante en la productividad. De enero a mayo, se exportó 18% menos en toneladas. Esto te dice que el escenario es complicado porque se compara con el pasado, que ya era malo. Si lo comparas con un año normal, la caída es más grande.
¿La agroexportación va en la misma línea?
Cuando había El Niño, como en 2017, la agroexportación seguía creciendo impulsada en otras condiciones que mantenían las operaciones y las inversiones, que año a año aumentaban. Una de estas era la Ley Agraria, que se derogó en 2020 (y fue reemplazada por otra ley). En adelante, las inversiones fueron decreciendo y, las nuevas, casi desapareciendo. Cuando no tienes inversiones, crecimientos de nuevas áreas, aceleración de accesos a mercados, lo que sucede es que el sector productivo y exportador se va resintiendo. Eso es lo que pasa hoy.
El tema de las inversiones es dramático. Está vinculado a que el Perú, en 2020, con la derogatoria de la Ley Agraria que iba a durar hasta el 2030, les dijo a inversionistas de afuera y a los que estaban adentro que no se respetaba el marco jurídico y que no somos un país estable. Las condiciones variaron totalmente, generando sobrecostos, inseguridad jurídica y una imagen pésima del país.
¿Qué tan crítica es la situación en empleos?
[El agro] es el sector más grande que tiene el país. Agrupa, aproximadamente, el 25% de la Población Económicamente Activa (PEA), el mayor generador de empleo. Solo del sector agrario, se está perdiendo, en promedio desde agosto del año pasado, 85 mil empleos formales cada mes. Esto que es comparándolo con el año pasado que es malo.
¿Cómo revertir esta situación?
Recuperando el clima de negocios, tener una nueva ley agraria, mejorada evidentemente. Que proteja los derechos laborales de los trabajadores, pero generando incentivos en dos aspectos: mantener la inversión, atraer nuevas, haciendo nuestro escenario competitivo frente a otros países; y acelerar el proceso de incorporación de la pequeña agricultura a la modernidad con incentivos. Sobre todo, que sea de largo plazo.
Es importante [recuperar el sector] porque el Gobierno está empujando los proyectos de irrigación, el puerto Chancay y otros varios de infraestructura. Tienes proyectos en manos del Gobierno nacional, como Chavimochic III, Chinecas, Majes Siguas, que implican miles de miles de hectáreas, y donde se tiene que atraer inversión, pero no va a venir si no se tiene una ley promotora agraria.
En general, ¿cuál es su visión sobre los proyectos de irrigación en el país?
Es un tema positivo lo que viene haciendo el Gobierno nacional con los regionales para poder tomar control de proyectos emblemáticos, como Chavimochic, Chinecas y, recientemente, Majes Siguas. Es positivo acelerar su proceso de construcción y de concesión para que sean una realidad. El Gobierno está destrabándolos, pero tenemos que acelerar más. El hecho que lo tenga el Ejecutivo no significa que estarán listos este año. El Estado tiene que brindar estabilidad.
¿Cómo ayudará el puerto de Chancay?
Justamente, lo segundo importante es que vamos a tener el puerto Chancay, con una “línea directa” hacia Asia. Vendrán los buques más grandes del mundo con una frecuencia continua en la que van a requerir carga. Nosotros tenemos que aprovechar eso con productos peruanos. Si no hacemos nada será una oportunidad perdida.
Todos estos indicadores tienen que hacer que el Gobierno impulse una nueva ley agraria. Lo dijo, en su momento, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), pero lamentablemente no se pudo considerar en el pedido de facultades. Lo que corresponde es que en esta nueva legislatura se impulse.
¿Qué aspectos se pide priorizar desde AGAP ante una nueva ley agraria?
En 2020 teníamos una ley con vigencia hasta el 2030. No era solo para los agroexportadores, era para todo el sector agrario formal. Ese marco jurídico de largo plazo que le daba continuidad y estabilidad al sector frente a inversiones nacionales y extranjeras fue roto por el Estado peruano. Se creó una nueva Ley Agraria que no estaba diseñada desde la necesidad del sector productivo, sino con carácter populista, que afectó la inversión en el sector.
Se pide un nuevo marco jurídico agrario promotor, con condiciones de incentivos tributarios, un marco claro laboral, no queremos quitar derechos, que sea claro en el marco de la Constitución y con los convenios de la OIT. Que, además, “utilice al sector privado formal”, en el buen sentido de la palabra, con incentivos para incorporar a sus cadenas productivas a la pequeña agricultura y acelere ese proceso.
La Comisión Agraria del Congreso
Ante una nueva legislatura, ¿qué retos tiene la Comisión Agraria?
Existe normativa que no se adapta a la realidad agraria. En el tema ambiental, hay varios temas por corregir porque están hechos sobre la base del sector de minería y energía. Debemos adaptarnos al sector. Cada uno tiene sus particularidades.
Hay que corregir leyes: mejorar la ley de cooperativas, mejorar la norma de la agricultura familiar, el rol de las agencias del Midagri -y del propio ministerio- para que estén orientadas a preparar a la pequeña agricultura para que entre a las cadenas modernas, fortalecer el Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (Senasa).
Productos agroexportadores
¿Qué opinión tienen sobre Senasa actualmente?
Es una gran institución. Hay gente muy capaz que ha permitido que el sector crezca y avance. El tema es que no lo ha sido en capacidades ni modernidad ante el crecimiento del sector. Cada año tiene un presupuesto insuficiente. Hay que ponerle mayor atención, captar los mejores profesionales que puedan sumarse a este crecimiento del sector agrario.
Pasando a productos de exportación, ¿cuál sería el próximo en ser “noticia”?
Es difícil porque depende del mercado y del cultivo. Pero en un reciente viaje a China se hizo todo un trabajo con el Gobierno, el Midagri y la Senasa. En esta línea, hay tres productos que están listos [para ser enviados] hacia el país asiático: la granada; las frutas congeladas, entre ellas el mango, palta, otras; y la pecana, producto emblemático de la pequeña agricultura de Ica. Este es un ejemplo de lo que se puede hacer aprovechando los espacios que tenemos de diálogo.
¿Sobre qué otros productos tendríamos novedades?
Estamos cerca también de que ingresen [esos productos] a Japón, Indonesia, Corea del Sur y otras economías del Asia. Tenemos como principales mercados a Norteamérica, Europa y Asia, este último es un espacio donde aún faltan abrir mercados. Otro cultivo que se está trabajando y que necesita acceso y producción local es la pitahaya. Estamos pidiendo su acceso en Estados Unidos y otras economías. La agenda es bastante amplia y el potencial tremendo.
¿Cuál es la situación de las cadenas productivas en el país?
Hay mucho trabajo que hacer, vinculado a infraestructura, para llegar a los valles interandinos y poder incorporar a la pequeña agricultura más rápido. La mejora de la Ley Agraria actual también es un incentivo para incorporarla a la modernidad.
Hay mucho trabajo que hacer en cadenas productivas que están en la ceja de la selva, por ejemplo, con el kion, el jengibre. Somos el tercero del mundo [en producción y exportación]. Todo proviene pequeña agricultura. Ahí se requiere un trabajo con el Senasa, con los productores, temas de asociatividad, de tecnología, para mejorar su productividad.
Fuente: Gestión