Scirtothrips dorsalis puede generar pérdidas de producción de arándanos y capsicum cercanas al 100%

(Agraria.pe) Scirtothrips dorsalis Hood es una especie de trips, considerado como una importante plaga agrícola a nivel mundial. Se trata de insectos alados muy pequeños (de 1 a 1.5 mm de longitud en estado adulto), pertenecientes a la familia Thripidae, la más abundante del orden Thysanoptera.

Este trips rige sus ciclos vitales por acumulaciones térmicas. Su umbral térmico inferior es de 9,7º C y el superior 33º C, lo que significa que fuera de ese rango de temperaturas su desarrollo cesa. La temperatura óptima para su desarrollo está en torno a los 25º C y bajo condiciones óptimas de clima, esta especie es capaz de cumplir su ciclo entre 14 y 20 días y dar origen a 18 generaciones por temporada.

Christian Volosky Ferrand, asesor entomológico, señaló que se trata de una especie exótica originaria del sureste de Asia. Detalló que las primeras detecciones de esta plaga en Sudamérica ocurrieron en Venezuela, en 2006; posteriormente se expandió hacia Colombia, Surinam, Guayana Francesa, Brasil y, más recientemente, Perú. “Es altamente probable que se encuentre en Ecuador, sin embargo, esto no está confirmado”

Indicó que es difícil precisar su fecha de ingreso al territorio peruano, pero los primeros reportes que se dispone son de 2021, en la localidad de Piura. “Hemos realizado prospecciones y confirmamos su presencia desde Piura hasta Ica, pero ciertamente puede haber ampliado su rango de distribución en los últimos meses, pues se trata de una especie muy agresiva”.

El entomólogo señaló que se trata de una especie de extrema polifagia, que a nivel mundial se ha reportado en más de 100 hospederos de 40 familias botánicas. “Si bien el rango de hospederos de Scirtothrips dorsalis es muy amplio, también se ha observado susceptibilidad varietal en la mayoría de los cultivos que ha atacado en Perú”, mencionó.

Entre los cultivos agrícolas que utiliza como hospederos el mencionado trips, destacan arándano, vid, limonero, mango, espárrago, capsicum y palto. Al respecto, detalló que en los tres primeros cultivos se han registrado los ataques más intensos de esta plaga.  Curiosamente, dijo, no ha sido tan agresiva en capsicum, cultivo que en su zona de origen es el principal hospedero junto al té.

Afectación a los cultivos
El especialista señaló que esta especie de trips siente especial predilección por brotes tiernos, por lo que ataca los puntos de crecimiento, alimentándose activamente de las yemas y generando la sintomatología conocida como “muerte regresiva del brote”, vale decir, el brote va perdiendo o necrosando sus puntos de crecimiento desde el ápice hacia la base del brote, generalmente comprometiendo las 4 primeras yemas en arándanos.

Adicionalmente, dijo que altas presiones de la plaga pueden ocasionar russet en la fruta, producto de su aparato bucal raspador-sorbedor, que como su nombre lo indica, raspa las células epidermales, vaciando su contenido y tornándolas de una coloración marrón.

“A diferencia de las especies de trips que habitaban en Perú y tenían connotación económica (ej., Frankliniella occidentalis, Thrips tabaci), esta especie no es tan atraída por las flores y no genera el daño por ovipostura”, sostuvo.

Christian Volosky indicó que múltiples autores han definido a este trip como vector de virus, entre los que destacan el PBNV (Peanut necrosis virus), PCFV (Peanut chlorotic fan virus) y el TSV (Tobacco streak virus), una situación que no ha sido observada en Perú.

Impacto económico
Sobre el impacto económico que puede ocasionar la presencia de Scirtothrips dorsalis, señaló que puede ser muy severo en ciertos cultivos, detallando que en algunos lugares del mundo se reportan pérdidas de producción de arándanos y capsicum cercanas al 100%; en uva de mesa su impacto es bastante menor, pero puede llegar a inutilizar brotes y racimos si no se controla debidamente.

Dentro de su experiencia, el especialista comentó que han tenido que incrementar significativamente la tasa de uso de insecticidas para evitar su daño en el vegetal, lo que ha significado incrementos de más de US$ 2.000/ha en algunas localidades.

Volosky Ferrand, señaló que, por lo general, las invasiones biológicas tienen un patrón en el que primero las especies tienden a dispersarse en diversos climas, posteriormente hay un proceso de aclimatación y en algunas zonas se establecen y en otras no. Posteriormente, los enemigos naturales endémicos podrían comenzar a parasitar o depredar, lo que sería el mejor escenario posible, pues tendríamos una población relativamente equilibrada.

“Sabemos que es una especie que a través de un manejo prolijo, adecuada elección de activos, correcta dosificación y una buena rotación de insecticidas según su modo de acción, es posible controlarla y llevarla a niveles sub económicos”, comentó.

Medidas de prevención y control
El entomólogo indicó que a nivel mundial esta especie se controla a través de insecticidas. En ese sentido, destacó que en Perú están presentes excelentes herramientas, sin embargo, al tratarse de una especie de reciente introducción, las etiquetas de los productos fitosanitarios todavía no contemplan esta plaga.

Además, señaló que las dosis que se requiere para combatir este trips en algunos casos pueden no ser las mismas que las que se requieren para especies como Thrips tabaci o Frankliniella occidentalis, por lo que será necesario corregir algunas dosis.

“El control biológico no ha mostrado un buen efecto y productos bioracionales son en algunos casos efectivos, pero con residualidades inferiores a los convencionales. Uno de los puntos críticos que hemos detectado es la calidad de las aplicaciones, muchas veces se realizan a velocidades, presiones y cubrimientos inadecuados, lo que atenta contra la performance de los insecticidas. La utilización de corredores biológicos, bandas florales y materiales refractarios han mostrado interesantes resultados en el extranjero” manifestó.

En ese sentido, destacó el portafolio de Hortus, donde resaltó productos como Abasac (abamectina), Skyfall (spinosad), Hurricane 70 WP (acetamiprid) y Antipoda (acetamiprid + pyriproxyfen), que según dijo, han tenido un óptimo desempeño en el control de este trips.

Abasac 1.8 EC: es un insecticida acaricida perteneciente al grupo 6 (avermectinas) de amplio espectro y poder residual, altamente efectivo en el control de ácaros, trips, arañitas, larvas minadoras en cultivos hortícolas, frutales y ornamentales. Este insecticida actúa por contacto e ingestión y es una alternativa para el control de plagas resistentes a órganos fosforados.

Es recomendable usar el producto cuando las plagas inicien su aparición y utilizando un volumen de agua que permita dar una buena cobertura de aplicación. Su ingrediente activo abamectina actúa sobre el ácido gama aminobutírico, un neurotransmisor inhibitorio del sistema nervioso central de artrópodos.

Skyfall 120 SC: es un insecticida con actividad por contacto e ingestión, perteneciente al grupo 5 (spinosinas) que actúa rápidamente por ingestión. SKYFALL 120 SC actúa como modulador alostérico del receptor nicotinérgico de la acetilcolina, en el sitio I, produce excitación del sistema nervioso central de los insectos, que conduce a contracciones musculares involuntarias, temblores, inanición y parálisis.

Hurricane 70 WP: insecticida sistémico y con acción de contacto y estomacal, de amplio espectro, pertenece al grupo 4 A (neonicotinoides). Dado su sistemicidad acropétala protege los brotes nuevos de las plantas en crecimiento.

Este producto posee una acción mimética de la acetilcolina, dando lugar a su acumulación y provocando la transmisión ininterrumpida de impulsos nerviosos que lleva a la parálisis y muerte del insecto.

Antipoda: es un insecticida que posee dos activos que le da un amplio espectro de protección contra Hemípteros, Thysanópteros y Lepidópteros. Eficaz por sus dos modos de acción, contacto e ingestión, presenta efecto prolongado de protección.

Aplicar a los primeros individuos de la plaga a controlar, uso ideal dentro de un programa de rotación para el control de plagas que debe contemplar diferentes mecanismos y/o modos de acción para no generar resistencia de la plaga a los ingredientes activos de los productos. Se trata de un insecticida que combina 2 ingredientes activos de acción complementaria: acetamiprid que actúa sobre el sistema nervioso central y el pyriproxifen imita la acción de la hormona juvenil, inhibiendo procesos de ecdisis y síntesis de nuevo exoesqueleto.