(Agraria.pe) El desarrollo de la pequeña agricultura es uno de los grandes temas pendientes de la economía peruana, no sólo por su valor económico sino por gran impacto social.
De hecho, según datos de Sierra y Selva Exportadora, en el Perú la agricultura familiar emplea a unas 3 millones de personas, lo que representa el 79% de la población económicamente activa (PEA) agropecuaria.
“La agricultura familiar es la piedra angular de la seguridad alimentaria de la población peruana y aporta alimentos altamente diversos, nutritivos y de calidad”, refuerza Gustavo Belaúnde, gerente general de la institución..
¿Por qué la agricultura familiar está estancada?
Para el ejecutivo, el gran problema está en el bajo desarrollo competitivo agrario, es decir, la insuficiencia para generar una oferta que les genere a los productores mejores ingresos económicos.
La estructura de este estado deficienciente se puede ver en asuntos estructurales del negocio como que la venta de pequeños y medianos productores se haga a través de acopiadores, lo que provoca una distribución de utilidades entre muchos actores.
Otro elemento clave es la alta proporción de productores agrarios familiares en un nivel de subsistencia (88%), en tanto que en el nivel intermedio están un 10% y en el consolidado sólo un 2%.
Un tercer factor es el inadecuado empleo de los recursos naturales en la producción agraria, limitando el acceso a la tecnología, malas prácticas y administración de los recursos (suelo, bosque, agua).
¿Qué hacer?
Gustavo Beláunde propone una serie de puntos a tomar en cuenta para llevar a cabo un plan que mejore las condiciones de los productores de la agricultura familiar. Entre ellos se encuentran el pasar de un enfoque tradicional productivo a uno comercial basado en demanda.
Otro elemento a explorar es crear vías para que las agroexportadoras asuman roles como empresas ‘ancla’ de este sector. En este marco, las alianzas entre empresas privadas – Estado – Academia, son importantes para acelerar el paso en el proceso de internacionalización y consolidación empresarial.
También se debe trabajar el lado comercial, enfocándose en la mejora de la atención al cliente en aspectos como el cumplimiento de plazos, interacción rápida, estandarización de la calidad y cumplimiento de regulaciones.
Es fundamental además, en línea con lo ya planteado, que la cartera de productos se centre en aquellos que tienen mejores perspectivas términos de rentabilidad y acceso al mercado.
Finalmente, contar con un padrón agrario, georreferenciación y uso de tecnologías de la información, permitirá planificar y anticipar potenciales problemas en temas productivos e inteligencia comercial.
Dato
.Gustavo Belaúnde dio estas declaraciones en el marco de su presentación en la conferencia "Ranking de las agroexportaciones 2022 y perspectivas al 2025", organizado por el Midagri.
