(Agraria.pe) “Frente a la actual crisis climática y la escasez de fertilizantes, es posible y necesario el aprovechamiento de los residuos orgánicos evitando así gases efecto invernadero y generando productos como el compost, humus, bioles, entre otros que pueden usarse para la mejora de los suelos en la agricultura. El compost es un mejorador de suelos, no es la total solución a los problemas, pero puede ayudar varios cultivos durante diversas etapas del crecimiento de los plantones” aseguró Alberto Huiman Cruz, profesor de la carrera de Ingeniería en Gestión Ambiental de la Universidad ESAN.
El especialista, agregó que en la última década se han formulado un considerable número de proyectos en gestión de residuos y las opciones para la producción de compost, pese a existir la tecnología, eran limitadas debido a los precios de los fertilizantes. El contexto actual genera oportunidades que pueden ser aprovechadas desde el sector público y el privado que generarán beneficios económicos, sociales y ambientales.
Huiman indicó que el compost se vuelve una alternativa frente a los precios altos de los fertilizantes químicos, toda vez que América Latina y El Caribe enfrentan una inseguridad alimentaria moderada o grave.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), uno de cada tres habitantes no ha tenido acceso a alimentos nutritivos y suficientes por falta de recursos económicos o de otro tipo el 2019. Esta situación se ha visto agravada por la pandemia por Covid-19 y el conflicto bélico en Europa, donde Rusia y Ucrania son los más importantes proveedores de fertilizantes a nivel mundial.
Agricultura peruana
Cifras de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), revelan que el Perú importa alrededor de 1.2 millones de toneladas de fertilizantes sintéticos, pero estos escasean; por lo tanto, se requiere encontrar alternativas vitales; y como política de Estado esta podría ser una alternativa para las ciudades pensando la necesidad que tienen los diversos tipos de agricultores de productos en el Perú.
Al respecto, Huiman dijo que el sector agropecuario posee gran importancia para la economía nacional, debido a que es el principal sustento para una gran cantidad de personas. Actualmente, hay una evaluación de intención de siembra por parte del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), por lo cual, en aquellos lugares identificados en donde falte complementar las hectáreas potenciales de siembra, se brindará fertilizantes, pero también debe brindarse alternativas graduales de sustitución.
Asimismo, añadió que el padrón de productores agrarios, que es una base de datos potente del Midagri, tiene que actualizarse de manera acelerada. “Debe sectorizarse por manejo de hectáreas de los agricultores y por tipo de cultivo, y así atender la necesidad que apremia: brindar fertilizante, pero alternarlo con compost validado por el sector”.
Por otro lado, el docente de la Universidad ESAN, afirmó que es de suma importancia la georreferenciación de la información recabada, ya que permite localizar aquellos lugares donde se debe focalizar la ayuda al agricultor, para ello, existen lugares de empadronamiento en oficinas de Midagri, juntas de usuarios, locales de Agrobanco, etc.
“Debe continuarse con esta labor, pero de manera acelerada. Además, complementariamente las municipalidades que cuenten con área rural tienen que estar dentro del esquema de coordinación, pues el trabajo debe ser multisectorial. Hay múltiples proveedores de fertilizantes hacia el Estado Peruano, pero no se está haciendo énfasis con alternativas como el compost que podría paliar parte de la crisis actual”, puntualizó.
Diferencias entre abonos orgánicos y fertilizantes
Para Huiman, Dr. en Ciencias Ambientales, las diferencias en el uso de abonos orgánicos y fertilizantes químicos radican en diversos factores, entre ellos se encuentra el tamaño. En investigaciones realizadas se comprobó que el uso de estiércol de bovino tuvo un mejor comportamiento en plantas de tubérculos y alcanzó una altura mayor, comparada con el uso fertilizantes químicos.
Igualmente, se comprueba que el uso de gallinaza como abono aporta mayores nutrientes y un mayor rendimiento comercial, mayor producción de materia seca, una mayor acumulación de nitrógenos y mayor contenido de C-biomasa microbiana al suelo. Además, al evaluar la calidad de abono elaborado a partir de estiércol de porcinos, se obtienen resultados positivos ya que mejora el rendimiento, el valor nutricional de la planta, mejora las características fisicoquímicas del suelo, y existe una mayor utilidad neta por hectárea.
“En nuestro país hay mercado de fertilizantes, sin embargo, los precios de fertilizantes químicos comerciales se han cuadruplicado, importándose menos y afectando la cadena de suministros. Según el Censo Agropecuario (2012), seis de cada diez productores agrarios en el Perú utilizan fertilizantes químicos, en consecuencia, incrementar el precio perjudica la producción y ganancias”, finalizó.
