Presidente de la Asociación de Productores de Algodón del Bajo Piura Norte señala que se suspendieron créditos y muchos agricultores migraron hacia otros cultivos ante lo que se había anunciado como un evento climático catastrófico que finalmente no sucedió.
(Agraria.pe) Esperaban que el golpe viniera de la naturaleza, no de los medios que deberían mantenerlos informados. Por eso, para César Augusto Zapata, presidente de la Asociación de Productores de Algodón del Bajo Piura Norte, lo que ha sucedido es escandaloso.
“No creo que en esta campaña lleguemos ni a las mil hectáreas de algodón en todo el Bajo Piura”, dice, para luego agregar que muchos productores prefirieron no sembrar algodón pensando que el impacto del Fenómeno del Niño (FEN) iba a ser similar al de los años 1982-1983 o 1997-1998, algo que, evidentemente, no ha sucedido.
Hoy en Piura, en pleno FEN no hay racionamiento sino las lluvias normales que se esperan en marzo y que anegan y llenan de barro algunas calles porque nunca se desarrolló la mínima infraestructura para permitir el drenaje de las lluvias. Esos empoces en algunos puntos dan una impresión equivocada del impacto del evento climático.
De hecho, el río Piura muestra un caudal de 500 mil metros cúbicos por segundo, cifra lejana del millón de metros cúbicos que se registra cuando ocurre un FEN extraordinario. “Solo hubo lluvias intensas durante una semana, y ni si quiera fueron tan fuertes sino de un rango normal”, dice Zapata, quien agrega que estos niveles no equivalen ni al 10% de lo que se vio en los eventos de 1982-1983. Entonces las lluvias de intensidad iniciaron en diciembre y no pararon hasta junio del año siguiente. El dirigente sospecha que el tremendismo en los anuncios tiene que ver con los presupuestos del plan de emergencia para obras sin licitación.
Suspensión de créditos
Otro punto en que las malas predicciones climatológicas ocasionaron daños fue el del financiamiento para la agricultura. Zapata, quien también es gerente general de la Cooperativa de Servicios Múltiples Tallan Chusis (Costach), señaló que desde agosto del año pasado diversas instituciones financieras suspendieron los créditos agrícolas para todos los cultivos. Otras colocaron vallas de muy alto riesgo para el algodón, maíz, banano e incluso el arroz.
“El daño causado por la desinformación es tremendo no solo en la agricultura, sino en la ganadería, para los pequeños artesanos y transportistas en Piura, Tumbes, Lambayeque y todos los demás departamentos a los que les dijeron que venía un FEN pavoroso; lo pavoroso ha sido la huida de los capitales y hasta de turistas por avisos de que aparecerían epidemias de cólera, dengue, chikungunya y zika”, comentó.
Lo que se observa en abundancia en Piura hoy son los sembríos de arroz, pues aprovechan la gran cantidad de agua con que se cuenta por las lluvias. De hecho, varios algodoneros migraron a cultivar el cereal y han dejado al Bajo Piura con poco menos de mil hectáreas de algodón para esta campaña. Así, el sector buscará recomponerse, aunque tendrá que enfrentar otra amenaza de corte mediática: la campaña sobre la supuesta caída en la valoración del algodón peruano.
César Augusto Zapata señala que diversos especialistas dijeron recientemente que el algodón piurano ya no es rentable porque habría perdido calidad. “Nosotros como Costach trabajamos hace 10 años para mejorar nuestra semilla y el Gobierno Regional nunca nos ha querido dar ni un sol para investigación o innovación”.
A pesar de este déficit, señala que los algodoneros mantienen una producción de buena calidad. Esto queda demostrado en los embarques que hicieron del producto el año pasado a Alemania, Japón, Italia, Colombia y Guatemala, mercados exigentes para esta producción.
