(Agraria.pe) La situación que atraviesan los productores de pisco contrasta mucho con el agradable olor y sabor de esta bebida. Las ventas del aguardiente de uvas alcanzan apenas la quinta parte de las que se registraban antes de la pandemia, por lo cual el Clúster Vitivinícola ubicado en Ica está desarrollando estrategias para impulsar su consumo.
A la fecha, las ventas se encuentran tan bajas que muchos de los productores venden esta bebida bandera por debajo de sus precios de costo, para poder sobrevivir, señala Rosa Grados, miembro de la familia propietaria de la marca de pisco “Cholo Matías”, que forma parte del citado clúster. Añade que solo algunas pocas bodegas consiguen venderla con un margen de ganancia de hasta 10%. “Estamos sobreviviendo”, dice.
Desde que este sector reinició sus actividades comerciales, a mediados del año pasado, el nivel de ventas se ha mantenido en un promedio del 20% del de la prepandemia, debido a que sus canales de venta más importantes están entre los rubros más afectados por las medidas de prevención del Covid-19: se encuentran cerrados los bares, a la vez que hoteles y restaurantes operan con restricciones.
Como señaló a fines del año pasado Martín Santa María, presidente de la Academia Peruana del Pisco, durante la pandemia los principales canales de venta son los autoservicios, las tiendas especializadas y los supermercados. Les sigue en participación el e-commerce.
Para recuperar parte de sus ventas, los productores reunidos en el Clúster Vitivinícola se embarcarán en la promoción de las bondades de esta bebida bandera. Con ello, esperan lograr que más peruanos se identifiquen con ella y disfruten de sus atributos, afirma Grados. “Buscamos que los peruanos miren con más cariño al pisco, que lo regalen en ocasiones especiales”, expresó.
Sin embargo, señala, un problema detectado es la dificultad que encuentra el cliente para diferenciar el pisco de calidad de aquel que no lo es, antes de comprarlo. Por ello, el clúster está desarrollando un sello de trazabilidad y calidad, que solo obtendrán los productores iqueños que cumplan con ciertos estándares de elaboración.
El sello ofrecerá una garantía de cuál fue el camino que recorrió esa bebida, desde la viña, pasando por la producción y el embotellamiento. Esta certificación estaría lista en uno o máximo dos años.
En cuanto a la vendimia de este año, Grados señala que se ha mantenido a los mismos niveles de antes. En el caso de los piscos de su bodega, se ha logrado mantener una producción de 15,000 litros. Debido a la caída de las ventas, esta marca está refugiándose en sus negocios de otros rubros, como los de sus chacras y viveros. En el 2008, los piscos “Cholo Matías” fueron obsequiados en Lima a 21 líderes de las economías del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC).
Como informó la agencia AP en octubre del año pasado, más de 500 productores de pisco vieron cómo sus ventas cayeron en más de la mitad y otros miles de agricultores quedaron con sus campos de uva arruinados por no haber podido cosechar esta fruta a tiempo debido a las estrictas medidas tomadas por el Gobierno durante los primeros meses de la pandemia.
Fuente: gestion.pe