(Agraria.pe) La alarmante subida de precio del ajo en Perú ha generado una serie de reacciones tanto entre los consumidores como entre los productores agrícolas. Desde principios de 2023, ha ido incrementándose paulatinamente, pero registró un aumento significativo en los últimos meses.
El impacto de esta subida es considerable, ya que afecta de manera directa a la canasta básica, un tema que está repercutiendo en los hogares peruanos.
Juan Calderón, vocero de productores de ajo en Arequipa, señaló que la situación de la agricultura en la región es preocupante debido a la “falta de apoyo del gobierno central”.
Al respecto, destacó las dificultades específicas que enfrenta el sector, al mencionar que el cultivo del ajo chino morado requiere alrededor de nueve meses en el campo y tiene costos elevados.
Calderón también subrayó la amenaza de la sequía en el sur de Perú, una preocupación particular para el cultivo del ajo chino que necesita una considerable cantidad de agua. Esto ha llevado a una reducción en la producción, y actualmente los precios en Arequipa oscilan entre 35 y 38 soles por kilo en el mercado, con expectativas de que el ajo blanco (también denominado el ajo chino precoz) esté disponible en los próximos días en los valles.
“Aunque el precio podría bajar un poco debido a la baja producción, la realidad es que la pobreza acumulada durante muchos años, exacerbada por la pandemia, ha llevado a una falta de fondos para comprar semilla de calidad, afectando negativamente la producción”, precisó.
De acuerdo con el vocero, la situación no solo refleja un problema de costos y producción, sino también la falta de asesoramiento técnico adecuado. “Tenemos un Ministerio de Agricultura que solo es de nombre”, expresó Calderón, quien recalcó que el sector necesita una guía efectiva para enfrentar problemas como el cambio climático y las plagas desconocidas que han afectado las cosechas.
Además, destacó que el control de precios es fundamental para estabilizar el mercado, señalando que los precios en la chacra suelen ser considerablemente más bajos que en los mercados locales. “En la chacra la cebolla se vende a centavos, pero en el mercado de Arequipa está entre 4 y 5 soles”, ejemplificó, subrayando la enorme diferencia que afecta tanto a los productores como a los consumidores.
Fuente: Infobae
