(Agraria.pe) La producción de café en Perú todavía se está recuperando del brote de la roya de la hoja de café que ocurrió hace seis años y que afectó al 50% de la cosecha, informó el director ejecutivo de CultiVida, Carlos Rodríguez Koch.
Dijo que las variedades tradicionales las de tipo Caturra, Typica, Bourbon, Pache, Geisha, que tienen muy buenas características de aroma y calidad en taza, fueron fuertemente afectados por la epidemia durante los años 2013-2014.
Esto generó que hubiera un cambio de variedades en la mayoría de los casos a cafés procedentes de Brasil, Costa Rica y Colombia con una mayor resistencia a la roya, pero que no tiene la calidad de taza y aroma de las tradicionales.
“Los productores cafetaleros todavía arrastran problemas por la epidemia de la roya como deudas en bancos y otras financieras que en muchos de los casos no han permitido la renovación de plantaciones; algunas de las variedades introducidas han resultado susceptibles a la roya; mala calidad de las plantas ofrecidas”, sostuvo.
Agregó que otro problema que se ha registrado es la escasez de mano de obra. En años anteriores los recolectores se desplazaban de Huancavelica, Ayacucho y Andahuaylas. Señaló que según Andrés Montenegro de Verité, se ha perdido entre el 15 al 30% de la cosecha en la Región San Marín por falta de este apoyo.
Explicó que el ingreso de variedades resistentes a la roya tipo Timor, Catimor, Catuai Rojo, Tupi (Brasil), Costa Rica 95, Colombia, de menor calidad de taza y aroma, pero de mayor rendimiento, requieren de un mejor paquete tecnológico. Así, necesitan mayor abonamiento (de 2 a 3 veces por campaña); son susceptibles a otras enfermedades como ojo de pollo y arañero; plagas como la broca (Hipotenemus hampei) con recomendaciones en base a un entomopatógeno que es Beauveria bassiana, o productos a base de fipronil o chlorpyrifos; o el minador de la hoja (Leucoptera coffeella), para el que hay un solo producto registrado en el SIGIA en base a thiametoxam.
Solicitudes de análisis de residuos de plaguicidas por parte de los grandes compradores y cooperativas, éstos son costosos para el productor, pero tampoco hay muchos laboratorios que lleguen al productor.
Enfermedad del café
Rodríguez explicó que la roya del cafeto (Hemileia vastatrix) es una enfermedad que se presenta a nivel de las hojas, con presencia de pústulas de color amarillo-naranja, bastante típicas, la cual produce una fuerte defoliación por lo tanto una reducción en los rendimientos. Estás manchas tienen una dimensión de 1 a 3 mm que van uniéndose, las manchas se secan y si afecta al 60% de la hoja, esta se cae. Detalló que para que se produzca una enfermedad en plantas tienen que darse tres factores: un hospedero susceptible, condiciones climáticas adecuadas y el patógeno.
Señaló que las condiciones favorables para la aparición de la roya son: Salpicaduras de la lluvia que inicia el proceso de dispersión entre las hojas y entre plantas; la cantidad de horas que permanece la superficie de la hoja mojada, sea por lluvias, rocío o condensación; la persistencia de una mayor cantidad de horas con temperaturas entre el rango de 18 °C a 28 °C, son los factores del clima que más influyen para que la enfermedad se desarrolle rápidamente.
Además, dijo que dependiendo de la altitud el problema de la roya se acentúa: más intenso y rápido en las zonas bajas; partes medias debido a mayor cantidad de lluvia; partes altas el desarrollo es más lento por menor temperatura.
Crisis económica
Para Rodríguez Koch, los productores de café peruano se enfrentan a una grave crisis económica como resultado de los bajos precios internacionales del café. Durante el año 2019 los precios estuvieron alrededor de los S/ 6.00 por kg por, ello es que los productores de café peruano están abandonando sus campos, lo que explica una reducción en el área cosechada.
Dijo que la situación del presente año ha mejorado y los precios fluctúan entre S/ 6.80 a S/ 7.20. Los cafés especiales de altura están pagando entre S/ 7.20 a S/ 7.80 por kg y está llegando hasta S/ 8.10 por kg. Lo interesante de esta campaña, es que los compradores están comprando por calidad de taza y aroma. Dada esta situación, los agricultores de San Ignacio están retomando las variedades antiguas y desechando las introducidas.
Además, los rendimientos promedio están en 752 kilogramos por hectárea y se pronostican en 762 kilogramos por hectárea (12 quintales). Sin embargo, los rendimientos pueden alcanzar más de 2.500 kilogramos por hectárea (42 sacos de 60 kg) en plantaciones bien administradas.
“Los productores asociados a través de cooperativas han logrado dos cosas importantes: mejorar sus rendimientos, tal es el caso de la zona de San Martín de Pangoa, en donde los productores tienen como promedio rendimientos de 30 quintales, y comercializar directamente sus productos”, concluyó.