A pesar del alto costo que implica llevar a cabo esta actividad, se realiza en un invernadero climatizado con especies de la selva amazónica peruana, en el cual crecen unas cuantas plantas de cacao
Por redacción
Lima, 27 Febrero (Agraria.pe) José Álvarez, biólogo especialista del Instituto de Investigación de la Amazonía Peruana (IIAP) informó acerca de la producción de cacao en Suiza. A pesar del alto costo que implica llevar a cabo esta actividad, se realiza en un invernadero climatizado con especies de la selva amazónica peruana, en el cual crecen unas cuantas plantas.
Con el fruto de las especies sembradas se fabrica el cacao más especial de Suiza, apenas 100 tabletas al año, que se venden a más de US$ 30 dólares la unidad.
Sin embargo, de acuerdo con el biólogo, para que Suiza utilice su propio cacao para la elaboración del chocolate que comercializa mundialmente, gastaría todas las reservas de los bancos de Zurich y todavía no sería suficiente para construir y calentar suficientes invernaderos; y esto, sin hablar de la calidad, que sería probablemente muy inferior a la del cacao de nuestro Huallaga central, por citar una cuenca cacaotera del Perú.
Lección
De acuerdo con Álvarez, existen proyectos agrícolas y pecuarios para la Amazonía, basados todos, o la mayoría, en especies exóticas, muchas de las cuales están adaptadas a otros climas y tipos de suelos. “Una cosa es producir, y otra producir rentable y competitivamente”, indicó.
Álvarez, reconoció que la Amazonía tiene memoria de fallidos proyectos como el que impulsó el famoso empresario de automóviles Henry Ford, que intentó en los años 30 cultivar caucho para abastecer sus industrias y fundó en el Estado de Pará (Brasil) la ambiciosa Fordlandia.
Luego de más de US$ 200 millones de pérdidas (al cambio actual) y de decenas de millones de árboles talados por gusto, Ford se convenció de su fracaso y se retiró de la zona. A pesar de ser una especie amazónica, los monocultivos de caucho fueron aniquilados por las plagas.
Asimismo, en Loreto, señaló, hemos visto intentar sembrar y criar de todo, y algunos ignaros siguen promoviendo cultivos foráneos y preconizando crianzas que están condenados de antemano al fracaso. “El conocimiento y reconocimiento de nuestras potencialidades y limitaciones, tanto en términos productivos como logísticos y socioculturales, es la base del desarrollo sostenible”, indicó.
A partir de estos proyectos fallidos en la Amazonía, es necesario tener en cuenta ciertos aspectos a manera de lección, comentó el especialista, además del punto de vista económico, el ecológico: en estos tiempos de cambio climático, los bosques cumplen funciones importantísimas como sumideros de carbono y reguladores del clima, y sólo deben ser talados para producción de alimentos. Por lo que , para el biólogo, es irracional que se cambie una hectárea de bosque, que alberga cientos de especies y una biomasa de cerca de 1000 TM, por media vaca flaca (se necesitan dos hectáreas en suelos de altura para mantener una vaca).
De esta manera, el especialista concluyó que la gran lección que nos deja la acción de Suiza, es que hay que conocer la propia realidad para lograr un desarrollo realmente sostenible. Por ejemplo, los principales recursos naturales de Suiza son las laderas montañosas aptas para pastos de vacas; por eso, además de productos lácteos, se han dedicado a desarrollar el rubro de servicios, y a darles valor agregado a materias primas de otros países, y les ha ido bien, pues es uno de los países con mayor renta per cápita del mundo.
Finalmente, el biólogo resumió que la Amazonía no va a ponerse a competir con Suiza en servicios bancarios, ni con California en tecnología cibernética, pero sí puede competir ventajosamente en servicios recreativos (turismo), y con recursos de la biodiversidad amazónica, especialmente en el rubro de los nutracéuticos, los fitomedicamentos, y algunos frutos amazónicos con cualidades especiales de alta demanda en el mercado (antioxidantes, omegas, etc.) Y mejor si los recursos son cosechados de bosques manejados que sembrados en plantaciones.
Dato:
- Daniel Ludwig (magnate del transporte marítimo) intentó convertir dos millones de Has de bosques amazónicos en el mayor emporio productor de pasta de papel del Mundo. Luego de varios miles de millones de dólares de pérdidas y otras decenas de millones de árboles talados para sustituirlos por una especie asiática (Gmelina arborea) Ludwig transfirió su fracasado proyecto Jari a los brasileños, a cambio de que asumiesen las deudas.