06 septiembre 2024 | 09:51 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Ministro Manero señaló que el jengibre es parte de la nueva oferta agrícola peruana y cuenta con mucho potencial

Presidente de exportadora La Grama aclara al titular del Midagri la actualidad del cultivo de jengibre en el país

Presidente de exportadora La Grama aclara al titular del Midagri la actualidad del cultivo de jengibre en el país
Aproximadamente el 60 a 70% de todo el jengibre que exporta el Perú proviene de operaciones informales. Esto implica problemas de explotación laboral, informalidad tributaria, falta de licencias de funcionamiento municipal, ausencia de autorización sanitaria de Senasa, ausencia de certificado de funcionamiento también de Senasa y problemas severos de inocuidad, apuntó el empresario.

(Agraria.pe) A partir de una declaración reciente del ministro de Agricultura Ángel Manero, quien calificó al kion como parte de la nueva oferta de agroexportación peruana con importante potencial competitivo, el presidente ejecutivo de la empresa La Grama (una de las mayores exportadoras de este producto), Rodrigo Bedoya, tomó la palabra para hacerle algunas aclaraciones y precisiones sobre la actulidad de este cultivo.

“Como pioneros con amplia experiencia en la industria del jengibre, me siento en la obligación de ofrecer una perspectiva más detallada sobre la situación actual de este cultivo en nuestro país. Si bien aprecio su interés en promover el jengibre peruano, considero importante compartir información crucial que podría ayudar a formular políticas más efectivas y realistas para este sector”, comentó dirigiéndose al titular del Midagri.

A continuación, detalló que “el jengibre no es una oferta nueva en el mercado peruano como se ha sugerido” el ministro. De hecho, La Grama realizó la primera exportación a los Estados Unidos en noviembre de 2006 y a Europa en julio de 2008, en una fecha especial, el 28 de julio de 2008. “Ya en 2014, hace una década, las exportaciones de jengibre fresco superaron los 25 millones de dólares y 11 millones de kilos, equivalentes a 600 contenedores exportados ese año”, complementó el empresario.

Luego, Bedoya listó una serie de desafíos que la industria del jengibre enfrenta en el Perú:

  1. Problemas fitosanitarios: Estos problemas están afectando gravemente la producción y tienen el potencial de amenazar seriamente el futuro de este cultivo en nuestro país. Los volúmenes exportados vienen bajando consistentemente por problemas fitosanitarios que tienen el potencial de desaparecer la producción del jengibre en el Perú.
  2. Informalidad: Aproximadamente el 60 a 70% de todo el jengibre que exporta el Perú proviene de operaciones informales. Esto implica problemas de explotación laboral, informalidad tributaria, falta de licencias de funcionamiento municipal, ausencia de autorización sanitaria de Senasa, ausencia de certificado de funcionamiento también de Senasa y problemas severos de inocuidad.
  3. Saturación del mercado y sobreproducción: La producción de jengibre en el Perú ha superado la demanda del mercado en varias campañas, lo que ha llevado a una destrucción significativa de valor. Específicamente, en las campañas 20-21, 21-22 y 22-23, se observaron cantidades considerables de jengibre abandonado sin cosechar debido a la sobreproducción.

Para ilustrar la magnitud de este problema, durante la campaña 23-24 (que va de junio 2023 a mayo 2024), se exportaron alrededor de mil contenedores de jengibre proveniente de estas cosechas abandonadas de los tres años anteriores. Este jengibre, al ser viejo y fuera de temporada, es de pésima calidad, lo que daña gravemente la reputación del jengibre peruano en los mercados internacionales y destruye valor en la cadena de suministro. Además, ese crecimiento desmedido y descontrolado de la producción ha sido el principal contribuyente a la proliferación de problemas fitosanitarios. Por lo tanto, hay que tener mucho cuidado con ese supuesto potencial de mercado que se le atribuye al jengibre.

  1. Impacto en la calidad y reputación: La exportación de jengibre de campañas anteriores, producto de la sobreproducción, no solo resulta en un producto de mala calidad, sino que también socava la integridad de la industria. Esta práctica de exportar jengibre fuera de temporada es extremadamente perjudicial para la reputación a largo plazo del jengibre peruano en el mercado global.
  2. Competitividad cuestionable: Contrariamente a lo que se afirma, el jengibre peruano no es competitivo en costos y productividad. La aparente competitividad está sustentada en la informalidad mencionada anteriormente.

La industria del jengibre peruano se encuentra en una situación delicada que requiere atención urgente. El jengibre peruano está, metafóricamente hablando, en cuidados intensivos y en camino a una muerte casi segura si no se toman medidas correctivas inmediatas.

Para garantizar su supervivencia y crecimiento sostenible, es crucial abordar los problemas fitosanitarios y la informalidad en el sector. Cualquier otra iniciativa, sin atender estos problemas fundamentales, sería irrelevante para salvar la industria del jengibre en el Perú.

“Aprecio su compromiso con el desarrollo agrícola de nuestro país y espero que esta información pueda contribuir a una mejor comprensión de los desafíos que enfrenta la industria del jengibre”, concluye Rodrigo Bedoya en su comunicación.

¿Qué declaró Ángel Manero?
La declaración original del ministro Ángel Manero en una entrevista televisiva a fines de agosto fue: “Este año, el Perú debe exportar en piña fresca y procesada cerca de USD 50 millones, con una tendencia de crecimiento de dos dígitos; mientras que, en kion, este año debemos exportar más de USD 130 millones. Ambos productos son parte de la nueva oferta peruana, oferta que proviene principalmente de pequeños productores de la selva central que han demostrado ser muy competitivos en costos y productividad, y donde la naranja para jugo también va abriéndose espacio”.