(Agraria.pe) Hacia finales de julio último, la Asociación de Productores de Arándanos del Perú (Proarándanos), por medio de su gerente general, Luis Miguel Vegas, se pronunció respecto a una caída del volumen de los arándanos peruanos, en la campaña 2023/2024.
En el comunicado, se dijo que, desde mayo, cuando había comenzado la actual campaña, y hasta mediados de julio, Perú había exportado 7.127 toneladas de fruta fresca, un volumen menor en 9% en comparación al mismo periodo de la campaña pasada. Esta caída en relación al volumen proyectado inicialmente por el gremio, tuvo como causa principal el clima atípico en el Perú, a consecuencia del fenómeno El Niño.
En todo caso, se concluía que había altas posibilidades de que el volumen de exportación en la presente campaña (23023/2024) caiga entre 10% a 15% en relación a la campaña anterior (cuando se despachó 286 mil toneladas). Pero, recientemente, se han pronunciado voces expertas alertando de una caída aún mayor.
El reconocido ingeniero agrónomo Alfredo Lira Chirif ha sido, hasta hace poco y durante 11 años, gerente general de Agrícola Cerro Prieto, una de las principales exportadoras de arándanos en Perú, que trabaja con 1.500 hectáreas en el norte (1.350 ha en Chepén y 150 ha en la irrigación Santa Rosa). Lira es un empresario especialista en dirección, planificación, implementación y gestión de empresas agrícolas, y cuenta con un amplio conocimiento de los mercados de fruta fresca. Dice lo siguiente:
“La caída del volumen de la campaña 2023/2024 va a ser mucho mayor que el 10% o 15% previsto por Proarándanos; la caída va a ser alrededor del 30% o 35% de volumen, según cómo se ha seguido desarrollando la campaña que va de julio a diciembre. Yo creo que lo que van a hacer algunas empresas agroindustriales es estirar la campaña hasta enero, febrero y marzo, aprovechando esta última etapa de frío que nos queda. De esta manera, van a tratar de meterse en la ventana que era de Chile, que termina en abril; esto, que ya han venido haciendo algunas agroindustriales en Perú, podría significar recuperar un poco de volumen, en aras de terminar la campaña, esta vez una campaña de julio a abril, con una caída menor, de un 20% o 25%, siempre y cuando no haya lluvias por el fenómeno El Niño”.
Sin embargo, sostiene Lira, los precios del arándano han aumentado considerablemente. “A la fecha, están muy por encima respecto al año pasado, están en US$ 10, US$ 12 el kilo, eso es como el doble de lo estimado. Estos precios van a compensar, si se mantienen hasta el final de la campaña, creo que de manera importante, la caída del volumen”.
Entonces, ¿es necesario apuntar siempre a más volúmenes para que las agroexportadoras peruanas se mantengan líderes en el mercado? ¿Es mejor tener buenos precios porque con grandes volúmenes se desordena el mercado? Lira responde: “Hoy, como están las cosas, tomando en cuenta los 10 dólares el kilo, es más rentable tener menos volumen y mejores precios, a tener más volumen y precios bajos. Entonces estamos hablando de facturación; esto –buen precio– le da un respiro a las agroindustrias, en cuanto a los márgenes, porque ese mejor precio va directamente a las utilidades de las empresas, algunas de ellas muy endeudadas, al día de hoy… Esto va a ayudar a que la deuda baje, a mantener sanas a las empresas; una empresa con mejor salud financiera es lo que se necesita ahora… Entonces ahora hay un efecto negativo en el volumen, pero positivo en el precio; al final, luego de sumas y restas, va a ser positivo para las empresas”.
Fuente: Portal Frutícola