El proceso de reactivación cooperativa ha sido una oportunidad para desarrollar la caficultura, estimó el dirigente.
(Agraria.pe) El parque cafetalero en nuestro país tiene un valor de US$ 4.250 millones (US$ 10.000 por hectárea), informó el gerente de la Junta Nacional del Café (JNC), Lorenzo Castillo Castillo.
“Se trata de un capital y una inversión muy importante que ha sido asumido por los pequeños productores porque la caficultura en el Perú es de pequeña agricultura. Es muy interesante ver cómo se ha podido desarrollar café en nuestro país”, sostuvo.
Indicó que son 425 mil hectáreas de café con las que se cuenta actualmente en Perú (que son manejadas por 220 mil familias), de las cuales el 84% pertenecen a pequeños productores con menos de 5 hectáreas, el 14% a productores de hasta 50 hectáreas y solo el 1% a productores que tienen entre 100 y 300 hectáreas.
Destacó que el café genera 80 millones de jornales al año en labores agrícolas, a las cuales se puede sumar otros 10 millones en los servicios adicionales que genera la actividad cafetalera “¿Qué otro cultivo en el país genera este número de empleo? Son 2.5 millones de peruanos que dependen de la economía cafetalera”, inquirió.
Castillo resaltó la evolución que han tenido los cultivos de café en los últimos 25 años. Indicó que en 1995 nuestro país cultivó 201.700 hectáreas del mencionado grano que produjo 96.695 toneladas; en 2002 se instalaron 202.382 hectáreas (176.000 toneladas), en 2010 fueron 311.578 ha (241.500 toneladas), en 2016 se sembraron 385.000 ha (264.500 toneladas), mientras que en el 2017 fueron 390 mil ha (282.900 toneladas).
“El rendimiento productivo promedio en nuestro país el 2017 fue de 725 kilos por hectárea y nosotros necesitamos alcanzar los 1.600 kilos por hectárea para poder tener un nivel que nos permita la sosteniblidad en el café”, sostuvo.
En cuanto a las exportaciones peruanas de café, dijo que el 2017 se despacharon 5.384.450 quintales (US$ 135.02 por quintal), cuando el año previo se envió 5.210.000 quintales (US$ 145.87 el quintal). En el 2011 (año record) se despacharon 6.443.478 quintales (US$ 247.85 el quintal).
Asociatividad permite desarrollo
En otro momento, Lorenzo Castillo señaló que son 180 empresas articuladas exportadoras de café de los cuales 18 son miembros de la Cámara Peruana de Café y Cacao (CPCC), 54 pertenecen a la Junta Nacional del Café (JNC), 16 son otras cooperativas y asociaciones, 4 son integrantes de la Asociación de Exportadores (Adex), mientras que 88 son otras empresas que no están vinculadas.
“El 32% de los cafetaleros están organizados (es decir 70 mil productores) mientras que el 68% (150 mil productores) no lo están, lo que es una tarea pendiente poder integrarlos y de alguna manera canalizar soporte técnico”, manifestó.
Asimismo, destacó que el 85.7% de las exportaciones de café procedente de Perú la concentran 30 empresas, de las cuales 12 pertenecen a la CPCC y 15 a la JNC.
“Hay una capacidad importante que se ha generado desde los pequeños productores en una relación con los grandes exportadores y creo este es un desafío de cómo construir un puente de relación, sociedad y confianza para una larga vida de éxito de este cultivo líder en las agroexportaciones”, sostuvo.
Agregó que la reactivación de la asociatividad va pareja al cambio del desarrollo del cultivo del producto del café. En ese sentido, dijo que el proceso de reactivación cooperativa ha sido una oportunidad para mejorar.
Detalló que en 1996 había solo 12 cooperativas cafetaleras, en el 2006 fueron 65, en el 2010 ya eran 90, en el 2015 fueron 118 cooperativas, mientras que en el 2017 ya eran 139 cooperativas.
“La gran contribución del movimiento cooperativo es haber construido una plataforma de café diferenciado y café sostenible que ha puesto a Perú en un escenario mundial como un país muy importante”, sostuvo.
Al respecto, dijo que el año anterior 272 mil hectáreas de café de Perú (64% del total) fueron cafés convencionales, mientras que 153 mil hectáreas (34%) son cafés certificados, y 2% cafés especiales. Estos dos últimos son desarrollados por los pequeños productores que se organizan en cooperativas.