(Agraria.pe) El IV Censo Nacional Agropecuario (IV Cenagro) realizado en 2012 indicó que en Perú existen 2.5 millones de hectáreas bajo riego (tienen riego permanente). Además, a partir de ese año, la frontera agrícola en nuestro país se amplia en cerca de 50.000 hectáreas anuales, gracias a los proyectos ejecutados por el Gobierno nacional, gobiernos regionales, municipios provinciales y distritales, las juntas de usuario y de los mismos privados.
Así lo indicó el titular del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), Ángel Manero Campos, quien indicó que actualmente cada año se siguen incorporando 30.000 nuevas hectáreas de cultivo que tiene riego asegurado. Sin embargo, también destacó que cada año se pierden en nuestro país 2.000 hectáreas agrícolas, debido a que las ciudades van creciendo en desmedro del campo.
“Cada año la frontera agrícola en nuestro país crece en 1%, es decir, cada año tenemos más tierras productivas que se dedican a producir alimentos porque ya no tenemos un cultivo industrial tan potente como era antes con el algodón”, resaltó.
Capacidad productiva enorme
En otro momento, el ministro dijo que nuestro país tiene una capacidad productiva enorme, por lo que no es verdad cuando se dice que va faltar alimentos. A modo de ejemplo detalló que en el 2017 cuando se registró el Fenómeno El Niño, en el 2020 con la presencia del Covid-19, en el 2022 con el incremento del precio de la urea (principal fertilizante utilizado) y en 2023 con la presencial de Niño Costero, siempre se creyó que faltaría alimentos, sin embargo, nunca hubo una crisis de seguridad alimentaria.
“Richard Webb estimó que del 2010 al 2015 la productividad de la pequeña agricultura aumentaría 4% anualmente y eso es cierto, cada año los agricultores producen mejor, eso genera que cada año se tenga más oferta de alimentos. La productividad aumenta porque se amplía la frontera agrícola y porque se tiene mejor rendimiento productivo cada año”, destacó Manero Campos.
Sin embargo, dijo que al mismo tiempo que crece la oferta de alimentos, la demanda por estos productos no incrementa de manera importante, ya que la población aumenta menos del 1% al año (ya no se registra ese ritmo acelerado de la migración venezolana que significa más consumidores para el agro). Además, la economía lamentablemente no está creciendo mucho, de modo que por ingreso tampoco la demanda se activa.
Al respecto, manifestó que se tiene una oferta de alimentos que crece por encima del 5% cada año y con una demanda que crece entre 2% y 3% anualmente. “Si seguimos así siempre vamos a tener ese problema de sobreoferta que genera precios bajos de los alimentos en perjuicio de los agricultores”.
