(Agraria.pe) Con un 2023 tan complicado, los agroexportadores peruanos han tratado de adaptarse a las condiciones del entorno con diferentes estrategias. Una de ellas ha sido la de adelantar o atrasar sus cosechas ante los cambios en la floración.
Dicha medida ha obligado a buscar mercados en los que pudieran entrar con mejores precios y así también compensar los menores volúmenes. La uva, actualmente en plena campaña, adelantó su pico y ha conseguido buenos precios por la menor oferta global.
En contraposición, el arándano vio el punto más alto de su campaña retrasado en casi un mes. En la cúspide de la campaña tuvo 39% menos volumen que la campaña anterior, lo que facilitó un mejor precio. Y si bien no fue significativo, en el 2023 el temor llevó a los exportadores a buscar nuevos mercados para sus productos.
En ese sentido, el arándano pudo abrir nuevos destinos como Taiwán (629 toneladas por US$ 4.5 millones), Malta (96 toneladas por US$ 138 mil) y Eslovenia (126 toneladas por US$ 120 mil). Además, recuperó un poco más de participación en Rusia (0.08%), con un total enviado de 45 toneladas por US$ 493 mil.
En el caso de la palta, se le abrieron nuevos pequeños mercados como Grecia (73 toneladas por US$ 154 mil) y Taiwán (29 toneladas por US$ 116 mil).
Fuente: Fresh Plaza