Por: Francisco Seva Rivadulla, periodista agroalimentario internacional
(Agraria.pe) El agua, la fertilización y las nuevas tecnologías, son tres herramientas importantísimas para la modernización e incrementar el dinamismo de la industria del mango latinoamericano. Para conocer mejor la situación que vive esta fruta en una zona tan importante como es Latinoamérica, desde el punto de vista agronómico, entrevistamos al investigador, Adolfo Levín, Doctor Ingeniero Agrónomo, habiendo realizado su Doctorado en la Universidad de "Ben Gurion" de Israel sobre la "Epidemiología y Biología de Verticillium dahliae, el agente causante de la verticillosis (la seca) en olivos y el efecto de la salinidad sobre la enfermedad".
Adolfo Levín trabaja en agricultura en los últimos 25 años, como productor, como consultor y como investigador. Es consultor en proyectos agrícolas de mango en diferentes países latinoamericanos. Su campo de investigación aplicada se enfoca principalmente en irrigación, fertilización y fisiología de plantas.
Importancia de la irrigación
Abordando la importancia que tiene la irrigación en la producción del mango, Adolfo Levín señala que “el mango dentro de los cultivos tropicales a nivel mundial no es de los cultivos que han adoptado con más facilidad la tecnología moderno en el riego. En muchos lugares del mundo sigue existiendo el concepto del tema de si llueve está bien y eso suministra el agua principalmente. Sin embargo, las tendencias están cambiando, sobre todo, por los cambios climáticos, las personas empiezan a ver y sentir los efectos del cambio climático. Si antes las lluvias eran más predecibles, y más cuantificables, hoy en día en una país como por ejemplo México, están sufriendo bastante en los últimos unas sequías que llegan más temprano, por lo que las personas están adoptando más tecnología sobre todo de riego por goteo y riego por aspersión, pues los que han venido regando lo han venido haciendo con riego por gravedad pero con la falta de agua, los productores están más abiertos al riego presurizado, ya sea por aspersión o por goteo, pues se tiene el concepto de que el riego por inundación o gravedad, y el riego por aspersión es mejor para el mango que el riego por goteo. Personalmente, la mejor adopción para el mango es el riego por goteo tanto desde el punto de vista de manejo como desde el medioambiental. Se hace un uso más eficiente del agua y de los fertilizantes”.
Añade también que “en el trabajo que estamos haciendo con National Mango Board, en un campo en el norte de Perú, en el que los árboles estaban regándose durante 8 o 9 años por gravedad, y tenía un promedio de producción de 20 toneladas por hectárea. Con nuestra investigación, evaluamos distintos tratamientos de riegos en distintos estados fenológicos, y ya en el primer año, los árboles han producido alrededor de 35 a 40 toneladas por hectárea. Y no han bajado en los últimos tres años de 30 a 35 toneladas, mientras que antes era por riego por inundación y ahora es por goteo, y todo el sistema lo manejamos desde Israel”.
Riego Localizado
El Dr. Levín subraya especialmente que “el riego presurizado e inclusive convendría llevarlo a la automatización, pues es el futuro para la agricultura". Además, comenta que “el agua desalada es una alternativa para el cultivo del mango. Sin lugar dudas, porque se están quedando muchos lugares sin agua y es una de las soluciones potenciales más estables a largo plazo, primero porque la tecnología para la desalinización ha mejorado muchísimo, con lo cual los costes relativo han bajado y, sin lugar a dudas, es una opción para muchas de las regiones que actualmente producen mango”.
Situación agronómica del mango en Latinoamérica
Dentro del mismo contexto, el Dr. Levín comenta respecto al mango en Latinoamérica que “hay bastante diferencias en las distintas regiones, en distintos países, tenemos ejemplos de algunos que son más modernos en la forma de trabajar con el mango, como Brasil o como algunas partes de Perú, e incluso algunas partes en el norte de México. Sin embargo, en algunas partes del sur de México todavía conservan mucho tradicionalismo, con árboles muy grandes y espaciados, y con un rendimiento relativamente muy bajo por hectárea. Mientras que Costa Rica y Brasil, sea probablemente lo más avanzado, en la modernización de las producciones. Pero, creo que le falta a la industria en Latinoamérica, modernizarse más y cambiar la mentalidad.”.
Aspectos en la mejora del mango
Nuestro entrevistado nos comenta respecto a los aspectos que pueden mejorarse en el cultivo del mango que “principalmente el riego y la fertilización es lo más importante, y el impacto más grande que va a haber, en la mejora de la producción de mango en Latinoamérica. Esto representaría por lo menos un cambio en un 80 por ciento mínimo en las producciones, e incluso, hay lugares en los que se podrían duplicar las producciones, simplemente mejoran y modernizando el riego y la fertilización. Principalmente, en el sur de México, y en Guatemala”.
Producción sustentable de mango
Adolfo Levín es un firme partidario de la sustentabilidad en la producción del mango. En este sentido, comenta que “hay que ir hacia una producción de mango más sustentable. Sin lugar dudas, no solo desde el punto de vista medioambiental, sino que hoy en día hay muchas compañías importadoras y distribuidores en Europa y Estados Unidos, que empiezan a pedir no solamente certificaciones de buenas conductas agrícolas sino también de uso sostenible del agua, con lo cual, sin duda, todo el tema del cambio climático va a poner mucho más presión en el uso sustentable de los recursos”.
Producción de Mangos Orgánicos
Además, el entrevistado también resalta la importancia de los mangos orgánicos, subrayando que “es interesante la producción de mangos orgánicos, bajo determinadas condiciones. Por ejemplo, Perú tiene muy buenas condiciones para hacerlo, así como México en la zona norte y una zona que tiene baja producción, pero un gran potencial alto, como es Baja California, por lo que este país podría ser una zona importante en producción orgánica. No considero que se pueda hacer producción orgánica en lugares donde la humedad relativa sea alta pues trae una presión muy grande sobre el manejo de plagas y enfermedades, y de nuevo, la sustentabilidad del mango va a permitir que el productor pueda tener una consolidación económica, para que pueda invertir de forma adecuada para poder conseguir producto de calidad y cantidad”.
Retos y desafíos
En el capítulo de retos y desafíos, Adolfo Levin comenta de forma muy clara que “los retos y desafíos están enfocados a la adopción de tecnologías haciendo un uso más eficiente de los recursos y una visión mucho más moderna del cultivo en muchas partes del mundo, realizando un uso del agua y manejo de fertilizantes como consecuencia de plagas, y van a ser grandes desafíos en los próximos años debido al cambio climático. El “Know-how” está cambiando totalmente, es evidente que va a haber un cambio en las condiciones en las que, quien no tenga capacidad de adaptación y utilice tecnología, y evaluar en tiempo real como responde la planta, no tendrán posibilidades en este mercado”.
Carné manipulación de productos fitosanitarios
El Dr. Levín considera que sería interesante la creación para los productores latinoamericanos de un carné de manipulación de productos fitosanitarios, como existe en Europa. En este sentido, comenta que “sería factible, pero habría que invertir en la industria de cada país en educación, para ayudar a los agricultores a adaptarse y entender las estrategias que deben adoptar para poder enfrentarse a los nuevos desafíos que se avecinan. Además, el mercado se ha vuelto más exigente, y eso incluye al productor pequeño, pues si asocia con productores grandes, pueden producir mangos de calidad y puede convertirse en suministrador eficientes en la cadena. Y si no, va a terminar desapareciendo, por lo que es vital adoptar tecnología para ser más eficiente”.
Además, añade también que “como en España, con las cooperativas de producción de aceite de oliva, sería ideal para los productores adoptar tecnologías, y para eso es fundamental, el trabajo en conjunto, pues los pequeños productores solos no pueden sobrevivir. La mejor manera para ser sustentable hoy en día es con la última tecnología y permita la utilización eficiente de los recursos”.
El futuro del mango
En lo concerniente al futuro del mango, nuestro entrevistado apunta que “en general, no solamente en el mango, va a haber mucha presión en el uso sostenible sobre todo en el agua, y el mango está asociado en el consumidor como un producto sano y de calidad, por lo que hay lugar para un crecimiento y aumento de consumo en mercados como Estados Unidos, que es súper importante para los productores de mangos latinoamericanos, y es parte del proceso que está haciendo en National Mango Board, educando a los consumidores sobre las bondades de este producto, realizando una labor muy positiva en este sentido”.
Hacer más eficiente la producción
Además, puntualiza que “mientras que en Israel el promedio de producción se sitúa entre 30 y 40 toneladas por hectárea, en el sur de México se sitúa entre 5 y 6 toneladas. Por lo que más que extender en superficie el cultivo, hay que hacer más eficiente la producción. Es importante la integración de la investigación aplicada para poder ir resolviendo los problemas acústicos de determinadas zonas de cultivo, que es un modelo que ha funcionado muy bien en Israel, inclusive en Australia, pero el país más sobresaliente que conozco es Israel, donde ha habido una colaboración entre el productor, investigador y el extensionista, en la cual hacer investigaciones aplicadas, no a lo que se quiere investigar sino a las necesidades del productor. De hecho, por mi experiencia en 25 años, gracias a esta labor señalada anteriormente, se ha llegado a duplicar las producciones no solamente en mango sino en otros frutales, con este mecanismo, con un trabajo en equipo”.