(Agraria.pe) La industria agrícola tiene un gran reto a nivel de sostenibilidad y resiliencia, es un sector que influye directamente en los recursos naturales y cambio climático, pero al mismo tiempo tiene un gran desafío a nivel mundial respecto a la demanda creciente de alimentos y las oportunidades económicas y sociales importantes que genera en las regiones donde se encuentra, señala Leslie Sarná Roedenbeck, Gerente de Sostenibilidad y Comunicación Corporativa en el Grupo Cerro Prieto
¿Cuál es la importancia para su organización de ser una empresa socialmente responsable y sostenible?
La industria agrícola tiene un gran reto a nivel de sostenibilidad y resiliencia, es un sector que influye directamente en los recursos naturales y cambio climático, pero al mismo tiempo tiene un gran desafío a nivel mundial respecto a la demanda creciente de alimentos y las oportunidades económicas y sociales importantes que genera en las regiones donde se encuentra. Nosotros, como Cerro Prieto, llevamos en el ADN que nuestro actuar contribuya al desarrollo real de nuestro entorno en todo aspecto y al cuidado de los recursos. Por ello, es muy importante que la sostenibildad atraviese a toda la compañía, en todas las áreas y niveles y no se quede en buenas intenciones o en una simple declaración.
Y desde nuestro lado, colocar ese grano de arena que contribuya al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Hemos asumido el compromiso con los principios de gestión ASG: Ambiente, Sostenibilidad y Gobernanza. Y venimos trabajando para lograr mejoras en estos tres aspectos. Queremos ser líderes y ser parte de una cadena de valor consecuente con los principios de justicia, equidad, responsabilidad ambiental y gobierno corporativo ejemplar.
¿Cuáles son los pilares de su estrategia de sostenibilidad, cómo lo vienen implementando, a quienes ha beneficiado? Si pudiera detallar los programas que tienen en marcha o el programa que considere más importante en su organización.
Nuestros pilares tienen que ver con las personas (sociedad), con el ambiente (principalmente cuidado del agua) y la gobernanza.
En sociedad, estamos trabajando en diferentes proyectos para nuestros trabajadores:
Ofrecer un trabajo justo y con equidad en el trato a nuestros trabajadores: nos enorgullece saber que más del 50% de nuestro personal es mujer, y que no hay para ellas diferencias en sus remuneraciones y oportunidades de crecimiento profesional.
También tenemos un plan de capacitaciones constante para asegurar que nuestros trabajadores tengan más oportunidades y puedan crecer con nosotros.
Recientemente hemos empezado a ofrecerles culminar sus estudios primarios y secundarios a aquellos que no lo han podido hacer, por diferentes circunstancias.
Una Escuela de Competencias Integrales, para los auxiliares que tienen personal a cargo, así como certificaciones en conjunto con el Ministerio de Trabajo.
Tenemos constantes campañas de salud para nuestros trabajadores.
En cuanto a las comunidades, buscamos mejorar la calidad de la educación y la salud de las personas que viven en nuestras zonas de impacto. Actualmente tenemos varios programas activos como:
Anemia Cero, que intenta disminuir la incidencia de anemia en niños menores de 3 años y en madres gestantes. Lo hacemos en alianza con Care Perú.
Educando, un programa que realizamos en colegios para mejorar las capacidades de los docentes y alumnos. Este programa tiene dos pilares: Qué Maestro (dirigido directamente a los profesores) y PEP (profesionales de diversas carreras que trabajan como docentes durante 2 años, trasladando sus conocimientos y experiencia profesional a los alumnos).
Biohuertos Escolares, un programa que promueve la creación de huertos dentro de las escuelas para promover la buena nutrición y el amor por la naturaleza en niños de primaria.
Proyecto W.A.S.H., para mejorar las condiciones sanitarias de las familias de diversas zonas, que solo tienen agua que llega en camiones cisterna y almacenan en bidones, y espacios inadecuados para la preparación de alimentos. Este programa les provee de una cocina mejorada y de agua potable las 24 horas del día.
Obras por impuestos: hemos construido ya dos colegios en nuestra zona de impacto, con todas las comodidades y recursos que aseguren una educación de calidad.
En ambiente, ponemos especial énfasis en el cuidado del agua, que es vital para nuestras operaciones, pero también para los cultivos de la agricultura familiar con la que convivimos. Por eso, una parte importante de nuestros cultivos de arándano se da en maceta, lo cual resulta en un ahorro de agua de 40%. Esta es solo una parte de nuestro ambicioso plan de gestión de agua, que incluye la medición de nuestra huella hídrica y el compromiso de reducción de nuestro consumo. Una parte de ese plan incluye trabajar con las comunidades en temas ambientales:
Obras hidráulicas, un plan de construcción de compuertas y puentes en favor de los pequeños agricultores de la zona. Trabajamos estrechamente con las Juntas y Comisiones de Regantes para un uso eficiente del agua.
Líderes del Valle (Misti Yacu), un programa de capacitaciones dirigido a las comunidades de agricultura familiar de la zona, para lograr un uso más responsable del recurso, y promover cultivos que sean para ellos más productivos, usando menos cantidad de agua.
Uso de insectos benéficos, para reducir uso de pesticidas. Un trabajo que lidera nuestra área de I+D.
Desde el punto de vista de gobernabilidad, nos regimos por los principios de transparencia en la gestión y la no tolerancia a cualquier acto de corrupción, implementando las mejores prácticas en nuestras políticas y procesos, que son de acceso público (ver nuestra web) y que se comparten con nuestros trabajadores y empleados.
¿Cómo analiza el panorama de la Sostenibilidad y la RSE en Perú? ¿En qué debería mejorar?
En general, sabemos que las empresas peruanas son mucho más conscientes de la importancia de la sostenibilidad, pero aún queda mucho por hacer. La mayoría de las empresas agroindustriales se ajustan, y –como en nuestro caso–, muchas veces exceden las exigencias de los mercados internacionales que supervisan nuestras buenas prácticas laborales, ambientales y de gobernabilidad.
Sin embargo, no podamos decir que todo el sector se comporta igual. Todavía existe mucha agricultura en nuestro país, que no cumple con los estándares mínimos para una operación responsable y sostenible y que con elusión de la Ley busca esconder requisitos mínimos de responsabilidad.
Desde Cerro Prieto tratamos de promover un mejor ambiente de trabajo, mejores prácticas laborales, el desarrollo de la comunidad y el crecimiento de nuestra industria. También tenemos un serio compromiso con la innovación y así, por ejemplo, con otras 6 empresas agroindustriales hemos firmado una alianza estratégica con la Universidad Nacional Agraria La Molina para incentivar las visitas de profesores y estudiantes a nuestros campos, así como para compartir la experiencia de nuestros jefes y directivos con los estudiantes de carreras afines, y promover la investigación y la innovación en temas agrícolas.
¿Qué importancia tiene para su organización formar parte de AGAP para impulsar la sostenibilidad del sector?
Como entidad gremial, AGAP impulsa las buenas prácticas de sostenibilidad entre sus asociados a partir de herramientas concretas como el Manual de Prácticas Responsables, el convenio que tiene suscrito con la SUNAFIL, su código de conducta y programa de compliance que aseguran que las empresas asociadas cumplan con estándares de nivel internacional con sus comunidades, el ambiente y sus trabajadores, entre otros aspectos.
Para nosotros, ser parte de AGAP nos permite alinear y potenciar esfuerzos en el mismo sentido, así como compartir experiencias con otras empresas. Participamos activamente en el Comité de Sostenibilidad y en el de Recursos Humanos, y esperamos aportar nuestro granito de arena para que la industria sea cada día mejor.
De acuerdo a su experiencia ¿Qué requiere el sector agrario peruano para seguir impulsando el desarrollo en su entorno y de sus stakeholders?
En primer lugar, estabilidad. Condiciones que nos permitan proyectar nuestras actividades y poder ofrecer las mejores condiciones a nuestros trabajadores, así como emprender nuevos proyectos de apoyo a las comunidades con las que trabajamos. Necesitamos también trabajar unidos; ser un sector más parejo, en el que exista menos informalidad, para que podamos seguir creciendo, generando empleo e impulsando el desarrollo de nuestro país.
¿Cuáles son los retos y desafíos para su organización en este 2022?
Los principales desafíos relacionados con sostenibilidad que tenemos para lo que resta este año son continuar con los proyectos sociales y ambientales que teníamos programados, a pesar de la inestabilidad económica por la que atraviesa el sector, con implicancias tanto a nivel local como internacional. En el país, como en el mundo, la inestabilidad económica está ligada a la incertidumbre política que vivimos y a los múltiples cambios ocasionados por la pandemia, que siguen afectando a las empresas.
Dato
. Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: La sostenibilidad en el sector agroindustrial peruano.
Fuente: Corresponsables.com