(Agraria.pe) El cambio climático, manifestado en Perú en forma de elevadas temperaturas impulsadas por el Fenómeno El Niño ha planteado desafíos significativos para la industria del arándano en el país. Esta circunstancia, unida a otros factores como la calidad del agua o una radiación excesiva, hacen que la innovación genética sea una alternativa clave para afrontar este nuevo y complicado escenario.
Así lo manifestó recientemente el presidente de la Asociación de Productores de Arándanos del Perú (Proarándanos), Daniel Bustamante Canny, quien resaltaba que “las nuevas variedades de arándanos, especialmente aquellas que requieren cero horas de frío, han demostrado una notable resistencia a las altas temperaturas”, en una campaña en la que la disminución del volumen productivo está siendo muy significativa.
"Parece confirmarse que estas variedades están marcando la pauta para mitigar los problemas derivados de las condiciones climáticas en el futuro, lo que hace reafirmar la idea de que la genética es un elemento clave en la evolución y sostenibilidad del sector", sostiene Carlos Castillo, consultor internacional y experto en arándanos.
"Es esencial que los productores seleccionen cuidadosamente las variedades que plantan, ya que el cambio climático se ha vuelto un componente normal y preponderante en la agricultura. La selección de variedades que cumplen con múltiples requisitos, como rendimientos productivos, calidad de la fruta y resistencia, es esencial para competir eficientemente en el mercado mundial", señala.
Por ello, como argumenta Castillo, “dado que las condiciones de producción están variando constantemente, principalmente debido a todo lo relacionado con el clima y su comportamiento, así como al incremento de CO2 en la atmósfera, consecuencia de la contaminación, se están creando condiciones muy adversas para la producción de arándano, de ahí que el desarrollo de nuevas variedades con características genéticas adaptadas se hace indispensable para cumplir con los niveles de producción que exigen los mercados internacionales, tanto en cantidad, como en calidad”.
Blue Madeira y Blue Manila
La genética de carácter tropical en arándano, se presenta como la clave para superar no sólo sequías, radiación y estrés, sino también para garantizar la sostenibilidad a largo plazo, como afirman desde la compañía Planasa, que destaca las variedades Blue Madeira y Blue Manila dentro de su catálogo.
De acuerdo con la empresa, "Blue Madeira es una variedad altamente productiva y vigorosa, con una sorprendente capacidad para responder ante cambios abruptos de temperatura. Su sabor exquisito y la abundancia de frutas al momento de la poda la convierten en una elección inigualable para los productores".
Respecto a Blue Manila "estamos ante una variedad super jumbo, reconocida por su excelente sabor y precocidad. Permite cosechar entre abril y junio, facilitando la realización de podas tempranas y posibilitando hasta 1,5 campañas al año. Ambas variedades no sólo aprovechan la adversidad para potenciarse, sino que mantienen una alta fertilidad, diferenciación y culminan con un sabor irresistiblemente atractivo para el consumidor".
"Ambas son variedades evergreen y destacan por no tener requerimientos de frío (zero chilling hours), lo que les permite adaptarse a climas tropicales sin horas frío y les confiere una singular capacidad para resistir condiciones climáticas desfavorables e incluso potenciar sus características, ya que mantienen su alta fertilidad, diferencian muy bien y culminan con un sabor muy atractivo para el consumidor. Además, ambas variedades terminan la campaña con muy buen material, en lo que a la estructura se refiere, para la siguiente campaña", afirman.
Así lo avalan las palabras del consultor internacional Carlos Castillo: “Estas variedades han tenido un comportamiento muy interesante durante estos dos últimos años en los que el incremento de la temperatura y el índice de luz ultravioleta han causado un estrés tan grande en variedades de la vieja guardia como Ventura y Biloxi, que no han tenido una buena producción"
"Por su parte, nuevas variedades como Blue Madeira y Blue Manila han logrado mantener sus altos niveles productivos y una calidad excepcional en Perú y México, consiguiendo producciones de 3,6 Kilos por planta promedio tanto en el presente ciclo productivo como en el segundo -con densidades de 9.000 plantas por hectárea. Además, han tenido calibres promedio de 21 milímetros, brix de 14º y un bloom extraordinario, por lo que es muy claro que el vigor y la resistencia de las nuevas variedades a los cambios extremos del clima es una de las características más sobresalientes que tienen”, asegura el experto.
Fuente: Fresh Plaza