Varias empresas extranjeras y peruanas alistan sus planes de inversión en esta planta. La apuesta podría alcanzar US$ 10,3 millones. La stevia no sólo puede reemplazar el exceso de azúcar de caña. También es útil como abono en el agro y como suplemento vitamínico para el ganado.
Por: Manuela Zurita
Agraria.pe.- Cuatro empresas de capitales extranjeros y dos peruanas proyectan invertir en Perú en plantaciones del endulzante orgánico Stevia Rebaudiana Bertoni, más conocida como stevia. Con el ingreso de las firmas a Perú, la superficie cultivada de este sustituto del azúcar de caña pasaría de 50 Has a más de 20 mil Has en un lapso de cinco a diez años. Así lo afirmó a Agraria.pe Sergio Rojas Montoya, Phd de la Universidad Cornell de Estados Unidos, profesor emérito de la Universidad Nacional Agraria La Molina y autor del libro: Stevia, endulzante orgánico del siglo XXI.
La tendencia a incrementar el área de stevia es mundial. En China, el primer país que la produce en Asia (donde se concentra el 85% de los cultivos) pasará de 25 mil a 250 mil también en diez años.
Actualmente, en nuestro país existen tres empresas peruanas que la producen: Stevia Coronel SAC, Stevia Perú SAC y Steviaperú, detalló Rojas, quien además destaca que el 2009 marcó un antes y un después en la producción de esta planta parecida a la alfalfa. Se inició la producción industrial.
Según informó Rojas, las empresas que estudiaron el negocio de la stevia e invertirán en él son: Stevia Biotech (de origen suizo, en 4000 Has) Stevia One (extranjera, en 10 mil Has) VKP Américas (extranjera, en 10 mil Has) un grupo económico de origen coreano (en 100 Has en Puno) y dos empresas peruanas (100 Has cada una en Tumbes).
Sólo Stevia Biotech invertirá US$ 25 millones (US$ 8 millones en las plantaciones y el resto en la infraestructura, como una refinería) expresó Rojas, quien trabaja como asesor de ésta y de otras firmas.
La inversión estimada por hectárea oscila entre los US$ 4000 y US$ 5000. En los años subsiguientes, el mantenimiento se reduce 30%, precisó. Teniendo en cuenta la cantidad de tierra mencionada por el experto, la inversión en Perú alcanzaría los US$ 10,3 millones. Se trata de un cálculo que sólo incluye a las plantaciones. Éstas pueden dar 4 cosechas por año y tienen una vida útil de 8 años. Por hectárea se puede obtener hasta 6 TM, resaltó Rojas.
El secreto de tus hojas
La stevia fue descubierta en 1879 por el botánico suizo Moisés Bertoni (de allí su nombre). Se trata de una planta que crece en suelos francoarenosos, a una altura de 1500 m.s.n.m. y bajo una temperatura ideal que oscile los 20 Cº. Sus flores son blancas, precisó Rojas, quien empezó a estudiarla en 1997, cuando un empresario chino lo buscó en la UNALM para comentarle sobre una variedad que existía en su país.
Hoy en Perú se producen las variedades criollas de Paraguay, China y Japón. La variedad peruana, por la que apostarán las empresas extranjeras, se adaptó y mutó a partir de esta última.
Según Rojas, el secreto de la stevia está en sus hojas. En ellas se encuentra el esteviósido, un elemento que endulza hasta 300 veces más que la sacarosa. También el rebaudiósido, que es hasta 400 veces más dulce, indicó Rojas.
La variedad peruana contiene hasta un 80% de rebaudiósido A. Las stevias tradicionales poseen 30% de este elemento, apuntó Rojas.
El rebaudiósido A no sólo se convierte en un preciado elemento por su valor (cada tonelada cuesta hasta US$ 5000, el doble de lo que se paga por la criolla). El hecho de que la Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) haya aprobado su uso en el 2008 la hace también atractiva, especialmente para las principales marcas mundiales de gaseosas, comentó el experto.
Un negocio que no empalaga
El negocio de esta planta no sólo radica en que la oferta mundial (56 mil TM anuales) no abastece su creciente demanda (600 mil TM). También en sus gentiles propiedades: su alto contenido de magnesio; es relajante y digestiva; facilita que la glucosa entre en las células para que el organismo produzca energía; y su tallo es rico en un antioxidante que neutraliza los radicales del organismo y protege contra enfermedades como el cáncer.
Además, puesto que no posee calorías puede servir como insumo para los más de 150 millones de diabéticos del mundo, observó Rojas. Es en ese sentido que la stevia busca sustituir el exceso de consumo de azúcar. Mientras el hombre debería consumir entre 8 y 10 kilos anuales de azúcar de caña, actualmente tiende a ingerir hasta 50, subrayó Rojas, resaltando este hecho como causa de enfermedades como las caries y la diabetes.
No obstante, la stevia no suplantará el azúcar, cuyo valor está en las calorías que aporta.
Otros usos
Según Rojas, en el Perú y el mundo, la encontramos en bebidas (jugos y gaseosas lights) lácteos (yogures lights) y medicamentos que antes usaban espartamo (un edulcorante sintético). La stevia lo ha ido reemplazando paulatinamente, indicó Rojas.
También sirve como componente de gomas de mascar, pastas dentífricas y enjuagues bucales, por su acción antibacteriana bucal. Además, se usa para preparar máscaras cosméticas y lociones que favorecen el estiramiento de la piel.
Agricultura
El sector agro y ganadero podría aprovecharla como abono y como complemento vitamínico, respectivamente. A las plantas, especialmente a frutales y hortalizas, se les pone en forma de polvo como fertilizante o se hace la aplicación folial, logrando realzar el sabor y el color, prolongar la vida de la planta y nutrirla. En los animales, también prolonga su vida, mejora la productividad y su reproducción, explicó.
Rojas es asertivo sobre el desarrollo del mercado de la stevia en Perú. Según él, Perú tiene la oportunidad de pasar de ser el sexto productor en América Latina (antes están Paraguay, Brasil, Colombia, Argentina y Bolivia, respectivamente) al primero. Y todo, gracias a su calidad.
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