Por Carlos Ginocchio, experto en desarrollo empresarial, inteligencia comercial, agronegocios y finanzas verdes
(Agraria.pe) Algunos lectores me comentaron que estoy ampliando las funciones de la BDD, por lo que mi convicción - además basada en las organizaciones extranjeras que he visitado y conozco – es que estas instituciones tienen la responsabilidad de la investigación, análisis y propuesta de políticas que promuevan el progreso del país o del sector donde se desenvuelven, colaborando con los niveles más elevados del Gobierno para su implementación.
En este caso, me referiré a los fertilizantes donde, en una decisión aplaudible, el ministro Ángel Manero ha expuesto se ha firmado un convenio con una empresa para desarrollar mediante el sistema de alianzas Público-Privadas, una planta de fertilizantes (roca fosfórica) en Bayóvar, en base a la reserva de fosfatos, concesionados hace 20 años. Cabe mencionar que Perú cuenta con reservas de fosfatos a lo largo de la costa peruana, en departamentos como Ica, La Libertad, Cajamarca, Junín y Piura.
En esta última se encuentra el yacimiento de Bayóvar, el más importante del país (tiene una reserva de 238 millones de t), mantiene 100% de la producción de este mineral a nivel nacional. Y ello asegura el mercado para este emprendimiento, mayores divisas para el país, y la generación de empleo en Piura, donde según la Encuesta Permanente de Empleo Nacional, en 2023, la informalidad laboral y el subempleo son problemas que afectan a la mayoría de la población piurana. En concreto, 64% de los trabajadores en la ciudad de Piura se encuentran en esta situación.
A nivel mundial, Marruecos es el país que posee el mayor número de reservas de fosfatos, las cuales representan alrededor de 70 % del total existente. De acuerdo al reporte de enero 2021 del US Geological Survey, China es el segundo país con mayores reservas de roca fosfórica. En el territorio asiático, se encuentran 3,200 millones de toneladas métricas de fosfatos. Estados Unidos cuenta con 1,000 millones de toneladas en sus reservas, mientras que Australia con 1,100 mil millones.
Es importante recalcar que la necesidad de fertilizantes en la agricultura intensiva es mayor en las fuentes de los tres mayores nutrientes: nitrógeno, fósforo y potasio. En cuanto al uso de fertilizantes, solo 12 % de los productores usan fertilizantes químicos en forma completa, mientras que 34% usa fórmulas de fertilización que se encuentran por debajo de las recomendaciones.
El abaratamiento del costo de estos, más un adecuado programa de capacitación, incrementarán hasta 46% los productores con dosis adecuadas, lo cual generará un incremento de su productividad (menor costo + mayor producción) en beneficio de sus ingresos familiares. Del total de productores que aplican abonos orgánicos (1’370,341), 74,8%, lo hacen en poca cantidad, y 25,2% (345,120) en cantidad suficiente:
De acuerdo al portal Agrodata Perú, en 2022 Perú importó 15 millones de kilos de urea, cuyo precio pasó de los U$ 0,266/kilo en 2020 a U$ 0,462/kilo en 2021 y a U$ 0,766 en 2022. En 2022 se importaron U$ 254 millones con un incremento del 68% frente a 2021. Con el emprendimiento de la planta en Bayóvar, el país ahorrará divisas y se volverá menos dependiente de este producto.
De acuerdo a las cifras del 2020 publicadas en el portal Trade Map del International Trade Center, en base a la cantidad de las exportaciones de fosfatos, Perú es el tercer exportador mundial de esta materia prima, con una participación de 11% del total global. Una planta en Perú estaría en capacidad no solo de atender las necesidades del país, sino de exportar hacia América del Sur (excepto a Brasil), Centro América, e incluso América del Norte, pues EEUU además de productor es importador. Un mercado gigantesco adicional al interno:
De acuerdo a las cifras del 2020 publicadas en el portal Trade Map del International Trade Center, en base a la cantidad de las exportaciones de fosfatos, Perú es el tercer exportador mundial de esta materia prima, con una participación de 11% del total global. Una planta en Perú estaría en capacidad no solo de atender las necesidades del país, sino de exportar hacia América del Sur (excepto a Brasil), Centro América, e incluso América del Norte, pues EEUU además de productor es importador. Un mercado gigantesco adicional al interno:
Mientras se hace realidad este emprendimiento es necesario adoptar decisiones para atender la demanda de fertilizantes en condiciones más favorables para los productores. El gobierno fallido del presidente Castillo con su mentada e intrascendente ‘Segunda Reforma Agraria’, fue el responsable de la crisis de los fertilizantes.
No advirtieron que las primeras señales se presentaron en Julio de 2021, cuando China, uno de los grandes países exportadores de fertilizantes, dejó de hacerlo, y no se tuvo la previsión del caso para entender que esta decisión se traduciría (como era previsible) en un alza del precio de los fertilizantes, más aún cuando el 22 de julio de ese año, el Ejecutivo publicó la “Política Nacional Agraria 2021 – 2030”, la misma que en sus objetivos prioritarios no incluía aspecto alguno de fertilización de suelos. La situación se agravó en febrero de 2022, con el conflicto entre Rusia y Ucrania, países proveedores de urea al Perú, con lo que el gobierno errático justificó su desacierto. La guinda del pastel fueron las cuatro fracasadas licitaciones para que el Estado importe el fertilizante.
Una propuesta sensata y lúcida es que el Fondo AgroPerú financie la importación de fertilizantes a organizaciones agrarias sólidas, como lo son algunas cooperativas, a una TEA similar a la que la banca privada ofrece a los grandes importadores, para que no haya reclamos de ‘competencia desleal’, y estas las comercialicen a sus asociados con financiamiento del Agrobanco.
Los beneficios serán la eliminación de la intermediación para pequeños productores permitiéndoles incrementar rendimientos, la promoción y contribución a la asociatividad pues muchos se decidirán a integrar organizaciones dadas las ventajas en el precio del insumo, el fortalecimiento de las organizaciones agrarias, el aporte a la formalización de pequeños productores, su mayor acceso al crédito, y la mejora del clima social.
Los esquemas propuestos para este tipo de financiamiento se presentan en las siguientes láminas, tanto para el Fondo AgroPerú como el Agrobanco:
Por supuesto, que estas decisiones se complementan con programas de capacitación y difusión en el uso de alternativas, tales como: utilización de biomasa, descomposición de residuos, incorporación de materia orgánica, rotación de cultivos, cultivos asociados y abonos verdes entre otras, en coordinación con Gobiernos Regionales, Gobiernos Locales, Instituciones Educativas, Instituciones Financieras, Medios de Prensa, ONGs, Gremios Agrarios y las oficinas adscritas al MIDAGRI.
Finalmente, se debe contar con el mapa de requerimientos de fertilizantes y otros agro insumos: utilización según región, cultivo, época del año y fuente. A cargo de las Direcciones Generales de Seguimiento y Evaluación de Políticas (DGSEP) y de Desarrollo Agrario y Agroecología (DGDAA) del MIDAGRI.
CONTINUARÁ